La piña es una de las frutas más apreciadas en la gastronomía ya que sirve para realizar innumerables preparaciones, incluyendo platos dulces y salados. Es un alimento adecuado para comer a media mañana, como aperitivo, para merendar, o incluso como postre.
Es importante tomar en cuenta el nivel de maduración de la piña, ya que influye en su composición. Su contenido en azúcar y principios activos se duplica en las últimas semanas de maduración. De hecho, los frutos que se recolectan prematuramente son ácidos y apenas contienen nutrientes, reseñó El Universo.
Entre los nutrientes y otros componentes de la piña se encuentran el yodo, la vitamina C, los ácidos orgánicos y la bromelina. Si ha madurado correctamente contiene alrededor de 11% de hidratos de carbono, aunque con un 86% de agua, ofreciendo un aporte energético de 50 calorías cada 100 gramos de producto comestible.
La piña destaca por ser una rica fuente de vitamina C, una vitamina que contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo, es decir, que tiene un gran poder antioxidante.
También es una fuente de yodo, un mineral que que es bueno para el metabolismo energético normal y beneficia la función tiroidea adecuada. El yodo está presente en una cantidad de 30 mg por cada 100 gramos.
Asimismo, la piña contiene potasio, 250 mg por cada 100 gramos.
Este fruto cuenta con la enzima bromelina, que es un buen elemento para la digestión.
Según los expertos, la cantidad recomendada para el consumo es de 3/4 de taza por día.
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