Aunque no es tan comercial como el día de San Valentín ó conocido como día del amor y la amistad, el día internacional del beso robado viene arrastrando al pasar el tiempo la idea de que al dar o robar un beso recogemos placer y levantamos los ánimos.
Por Reina Molina
Muchos expertos manifiestan que quien da pocos besos no solo acaba teniendo más arrugas, sino que además a menudo está de mal humor. Entonces, ¿Por qué nos rehusamos muchas veces a los besos robados?
Según conocedores de la materia, en el amor los besos son más que indispensables, incluso más que el sexo. “Cuando una pareja deja de besarse, internamente ya se está separando”, aseguró el psicólogo Wolfgang Krüger para una entrevista en medios alemanes.
Posiblemente las personas se besan desde principios de historia. Aunque en el comienzo de la evolución suena poco romántico, los besos servían sobre todo para pasar la comida ya masticada a los niños pequeños. Ese ejercicio dejó de hacerse hace muchos años.
Es importante aclarar que el día Internacional del Beso se celebra el 13 de abril de cada año, una fecha que surgió gracias al beso más largo de la historia, que duró 58 horas, 35 minutos y 58 segundos y fue protagonizado por una pareja tailandesa durante un certamen en ese país, según según el “Libro Guinness de los récords”. ¡Una locura!
La pareja rompía de esta manera otro récord de 46 horas consecutivas logrado el 13 de abril del año anterior. Puede sonar imposible, pero ocurrió.
Desde esa increíble demostración, cada día internacional del beso se realizan competencias en diversas ciudades del mundo con la intención de recordar que los besos, aunque sean robados, conceden tranquilidad al ser humano, y prácticamente se filtran como un idioma propio y universal.
En las últimas décadas los científicos analizaron la base química de los besos en el cuerpo. Según un estudio, las ganas de besar se deben a la actuación de multitud de hormonas y además del efecto placentero, el besarse es bueno para la salud.
La frecuencia cardíaca aumenta y mejora el metabolismo. Por esta razón, las personas que besan mucho tienen menos probabilidades de sufrir hipertensión y depresión, según un estudio alemán publicado hace 15 años.
Incluso, expertos creen que el intercambio de saliva es bueno para el sistema inmunológico y para los dientes porque las enzimas antimicrobianas previenen las caries y la parodontosis.
Entonces, conociendo las ventajas de dar un beso, no esperemos por cada 13 de abril o 6 de julio para regalar o robarlos a las personas que amamos. Esta práctica debe convertirse en un hábito de vida.
Con información de DW, La Nación, Revista Ella Hoy
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