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Por preocupaciones de seguridad cierran baño turco en Miami Beach

Vladimir Kamenko dice que no ha ido al médico en más de 40 años. Este entusiasta de los ejercicios de 73 años afirma que se mantiene sano gracias a la dieta, el ejercicio y la terapia de choque frío semanal usando un cuarto de vapor y una inmersión helada en un baño turco de Miami […]

Por Allan Brito
Por preocupaciones de seguridad cierran baño turco en Miami Beach
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Vladimir Kamenko dice que no ha ido al médico en más de 40 años. Este entusiasta de los ejercicios de 73 años afirma que se mantiene sano gracias a la dieta, el ejercicio y la terapia de choque frío semanal usando un cuarto de vapor y una inmersión helada en un baño turco de Miami Beach.

Kamenko, oriundo de Letonia, lleva 30 años acudiendo a los baños rusos y turcos en Miami Beach, y afirma que el tratamiento con agua fría le hace sentir 20 años más joven. Su rutina semanal de dos horas consiste en alternar entre la sala de vapor y la inmersión en agua fría a unos 45 grados, y luego repetir.

“Cuando sales te sientes como si estuvieras flotando”, dice.

Pero desde agosto, la casa de baños de 5445 Collins Avenue, dentro del edificio de condominios Castle Beach Club, ha estado cerrada por preocupaciones de seguridad del edificio. Una empresa de ingeniería contratada por la asociación de condominio para hacer la recertificación de 50 años del edificio encontró daños en el concreto en el estacionamiento de la casa de baños e instaló un apuntalamiento de emergencia para apoyar el edificio.

La empresa de ingeniería, Falcon Group, recomendó que la casa de baños permaneciera cerrada hasta que se hicieran las reparaciones del concreto. La ciudad emitió una infracción de estructuras inseguras y una orden para desalojar la propiedad, dijo una portavoz de la ciudad.

La propietaria de la casa de baños, Dorina Tuberman-Solon, dijo que no cree que su negocio suponga ningún riesgo para la seguridad y contrató a un ingeniero y a abogados para luchar contra el cierre. La Junta de Estructuras Inseguras del Condado Miami-Dade tiene previsto tratar el asunto en una reunión el 18 de mayo.

El ingeniero que contrató, Mohammad Hajjar, escribió en un informe que la sede de baño turco pudiera seguir funcionando con el apuntalamiento mientras se avanza en las reparaciones del concreto dañado. “Si se entra en el sótano no hay ni una gota de agua que provenga de la casa de baños”, dijo Tuberman-Solon.

La ciudad de Miami Beach no permitirá la reapertura de la casa de baños hasta que se presente un informe de ingeniería que garantice que es segura la ocupación de todo el edificio, dijo la portavoz de la ciudad.

“Russian and Turkish Baths cerró después de un informe de ingeniería estructural que identificó que las piscinas en el baño son un peligro para la seguridad general de todo el edificio”, dijo el Gerente de Asuntos Vecinales de Miami Beach, Kevin Pulido, en un correo electrónico del 13 de abril a un representante de la casa de baños. “El informe posterior presentado solo inspeccionó la losa de concreto asociada con Russian Baths, pero no opinó sobre la integridad estructural del edificio”.

Otros negocios y zonas comunes del edificio —incluida la terraza de la piscina sobre el estacionamiento— no cerraron y los condominios no fueron evacuados.

Tuberman-Solon, que vive en el edificio con su familia, dijo que la postura de la ciudad no tiene sentido porque implica que todo el edificio es potencialmente inseguro.

“Si se trata de un problema estructural, y esto fue una infracción estructural dada al edificio hace nueve meses, ¿cómo voy a dormir por la noche?”, dijo.

La casa de baños es un balneario hermano del original Russian and Turkish Baths de la Ciudad de Nueva York, que presume de llevar abierto desde 1892 y de haber contado con celebridades como Frank Sinatra entre sus clientes. El local de Miami Beach lleva 30 años abierto en el Castle Beach Club.

Para complicar más las cosas, el edificio de 18 pisos frente al mar podría venderse pronto por $500 millones. Los urbanizadores Related Group y 13th Floor Investments hicieron una oferta a finales de marzo por la propiedad de 570 unidades, construida en 1966.

Tuberman-Solon dijo que se siente como un objetivo de la asociación de condominios porque es una de las mayores propietarias del edificio y se opone públicamente a la venta. La asociación de condominios no respondió a una solicitud de comentarios.

Dijo que es propietaria de nueve unidades residenciales en el edificio, incluyendo cuatro donde viven ella y su familia y cinco que alquila. Tuberman-Solon dijo que le ofrecieron unos $10 millones para vender sus unidades, incluida la casa de baños.

“Solo estoy tratando de abrir la casa de baños y no tengo intención de venderla”, dijo.

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