¿Por qué algunos alimentos dañados no emiten malos olores?

Gracias al olfato, el ser humano puede detectar innumerables olores con diferente intensidad, incluyendo los más desagradables emitidos en el ambiente. Sin embargo, se cree que la nariz no es tan confiable al momento de detectar cuando un alimento no está en buen estado.

De acuerdo a un reporte hecho por BBC, la mayoría de los microbios que se desarrollan en la comida descompuesta, generan malos olores. No obstante, algunos pasan desapercibidos y dan la impresión que el alimento aún sigue en buenas condiciones.

Los gases que emiten algunos productos dañados, corresponde a la población de microbios que crece de forma abundante. Es decir, que cuando el metabolismo de estos sistemas biológicos convierte el carbono y otros elementos en fuentes de energía, el olor es nauseabundo.

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Mientras que los microorganismos asociados a la listeria o la salmonela, son casi imposibles de detectar con el olfato. De hecho, es probable que todos alguna vez comieran algún alimento ‘dañado’ sin saberlo.

¿Dónde se consiguen los microbios que no emiten olor?

El pollo, la carne, huevos, salmón, algunas frutas y verduras suelen tener este tipo de microorganismos que generan enfermedades en los humanos. A simple vista, una pieza de pollo podría estar perfecta y su olor puede que sea incluso apetecible, pero microscópicamente están contaminados.

La concentración de estas bacterias es bastante mínima, por lo que la producción de olor simplemente es imperceptible para el olfato. Por lo tanto, niños y adultos suelen comer este tipo de alimentos sin percatarse que podrían tener una bacteria como la listeria.

No hay posibilidad de saber cuándo uno de estos alimentos tiene presencia de microorganismos. Razón por la que los especialistas y nutricionistas,  recomiendan lavar muy bien los productos antes de consumirlos.

¿Cuándo aplicar la prueba del olfato a los alimentos?

La verdad es que el olfato es infalible cuando se trata de lácteos, frutas que a simple vista están pasadas del tiempo, comida preparada que lleva muchos días en el refrigerador y cualquier otro producto que tenga apariencia sospechosa.

Aunque la nariz no es tan eficiente en algunos casos, es de gran importancia hacer una evaluación de la fecha de vencimiento en las bandejas. Así como lavar y cocinar muy bien los alimentos para evitar contaminaciones bacterianas a futuro.