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¿Por qué el régimen no da detalles sobre la explosión del hotel Saratoga?

Por: Roberto Álvarez Quiñones ¿Por qué el régimen de Raúl Castro no acaba de explicar de manera clara y contundente las causas de la tragedia ocurrida en el emblemático hotel Saratoga de La Habana? Hasta ahora, medio mes después, sin presentar pruebas concretas, afirma que la explosión se debió a una fuga de gas, pero […]

Por Allan Brito
¿Por qué el régimen no da detalles sobre la explosión del hotel Saratoga?
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Por: Roberto Álvarez Quiñones

¿Por qué el régimen de Raúl Castro no acaba de explicar de manera clara y contundente las causas de la tragedia ocurrida en el emblemático hotel Saratoga de La Habana?

Hasta ahora, medio mes después, sin presentar pruebas concretas, afirma que la explosión se debió a una fuga de gas, pero sin dar detalles precisos. Da la impresión de que la dictadura quiere “dar la vuelta” al asunto.

¿Por qué ese silencio? Parece haber dos motivos: o no fue un accidente al final, o lo fue y el Gobierno no quiere dar detalles que revelen el estado desastroso de la infraestructura de la industria turística, ya en fuerte declive por la mala calidad de sus servicios; mientras que su vecina República Dominicana bate récords de avalanchas de veraneantes de todo el mundo.

Lo cierto es que un hotel explotó con el trágico saldo de 46 muertos, casi 100 heridos y 38 viviendas de la zona gravemente afectadas. Uno puede imaginarse las consecuencias que habría tenido para el turismo y para los cubanos si el Hotel Saratoga no hubiera estado cerrado por reparaciones y con vacacionistas de todo el mundo hospedados allí y todo el empleo correspondiente. El número de muertos entonces habría superado el centenar. Y el escándalo internacional habría asestado un golpe demoledor al ya maltrecho turismo, principal sector de la economía cubana.

El Hotel Saratoga iba a reabrir cuatro días después, el 10 de mayo. La explosión del hotel ha sido una de las peores que ha ocurrido en Cuba, y recuerda a la del buque “La Coubre”, en 1960.

El régimen debe mostrar pruebas de que fue un accidente

Al no ofrecer detalles de cómo ocurrió esta desgracia, la dictadura inevitablemente alimenta la sospecha de que quizás no fue un accidente. La especulación esta vez es no creer que fue la CIA o la oposición interna. La sospecha esta vez es que el imperio empresarial militar GAESA, dueño del Saratoga, tiene enemigos en la propia dirección castrista.

Hay un segmento marginado de “la piñata” que enriquece a los generales, coroneles y sus familiares agrupados en GAESA, que está ligada a la banda de narcotraficantes que usurpa el poder en Venezuela. Todo indica que ambas bandas, la cubana y la venezolana, lavan dinero con la construcción de hoteles en Cuba, pero esa es otra historia. Lo que cuenta ahora aquí es que, tras los consejos de economistas socialdemócratas enviados por Rafael Correa a Caracas, Maduro ha comenzado a abrir la economía venezolana al capital privado para asociarse con él, maniobra con la que la mafia madurista ampliará sus ganancias. , y su socio GAESA .

Volviendo al Saratoga, llamó la atención que lo primero que hizo Miguel Díaz-Canel al referirse al incidente del hotel fue declarar que “no fue una bomba” y culpar a la prensa independiente por afirmar que había sido una bomba. Toda una infamia, porque eso no lo había dicho ningún medio libre cubano.

Tampoco nadie ha explicado por qué, horas antes de la explosión, se notó en La Habana cierto movimiento de fuerzas policiales y del PCC. ¿Para prevenir qué? ¿Se sabía que algo iba a pasar y no se sabía dónde?

Gaesa y cupet no indemnizarán a nadie

La dictadura tiene la obligación de indemnizar a los familiares de los fallecidos y heridos, ya las familias cuyas viviendas fueron severamente dañadas. Por cierto, los supervivientes y familiares de los 98 fallecidos en el derrumbe de un edificio de apartamentos en Miami Beach en julio de 2021 recibirán casi 1.000 millones de dólares en concepto de indemnización.

Pero según el Código Penal cubano, el anterior y el actual, ninguna institución estatal puede ser penalmente responsable. En otras palabras, GAESA y la Unión Petrolera de Cuba (CUPET), involucradas en el desastre, están exentas de responsabilidad penal. Y, en materia civil, ambas entidades alegarán que no disponen de fondos para indemnizaciones. Y nadie los obligará a dar nada. Y si el gobierno construye casas para los damnificados es para hacer propaganda política, aprovechando la enorme cobertura mediática de todo lo relacionado con la explosión de Saratoga.

Lo peor de todo esto es el peligro físico que corren los habaneros por el estado calamitoso de la infraestructura de suministro de gas. Cinco días después del desastre de Saratoga, se registró otra explosión por una fuga de gas en una casa de La Habana Vieja, resultando gravemente heridos un padre y su hijo de 11 años, y un vecino con heridas leves. El primero sufrió quemaduras en un 90% en su cuerpo y el niño en un 75%. Ambos corren peligro de muerte.

Ese mismo día 11 de mayo, un fuerte olor a gas provocó la evacuación del Hospital de Niños Marfán-Borrás, en el Vedado. Pero no, no hay de qué preocuparse según la directora Daina Álvarez, porque el olor a gas no es real, es “psicológico”, puramente imaginario.

La conclusión aquí es doble: 1) la mafia militar castrista debe responder por la tragedia del Hotel Saratoga, sea accidental o no; y 2) habrá más explosiones de fugas de gas, con víctimas y destrucción, si la peste dictatorial se mantiene en el poder.

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