Normalmente, la transferencia de un presidente a otro del maletín -conocido como ‘balón nuclear‘- se produce el 20 de enero ante las escalinatas del Capitolio: cuando el nuevo mandatario toma posesión, la maleta pasa de la mano de un soldado a otro, designado para ayudar al nuevo jefe de Estado.
Es un acto discreto, destinado a pasar desapercibido; pero, de suma importancia para la seguridad de EE. UU.
En un documental de 2013, el exvicepresidente Dick Cheney (2001-2009) describía ese momento: “Tienes la ceremonia ahí desarrollándose al frente, pero más o menos detrás de una de las grandes columnas, dos tipos están parados allí con su uniforme militar y, en el momento adecuado, uno se acerca para entregárselo al otro”.
Y, cuando ese militar acepta el maletín, “el nuevo presidente es el que tiene el control de los activos nucleares”.
Esta vez, sin embargo, cuando el nuevo presidente de EE .UU., Joe Biden, juró este miércoles el cargo, su antecesor, Donald Trump, ya estaba a 1.600 kilómetros de distancia en la soleada Palm Beach, al sur de Florida.
Era la primera vez en 151 años que un presidente no acudía a la ceremonia de investidura de su sucesor. El último en hacerlo fue Andrew Johnson en 1869, pero entonces EE. UU. no poseía uno de los arsenales nucleares más grandes del mundo.
Por suerte, no existe un solo ‘balón nuclear’ y hay al menos tres, explicó el experto en armamento de este tipo Stephen Schwartz en un reciente pódcast del Centro para el Control de Armas y la No Proliferación.
De esa forma, cuando Trump salió de la Casa Blanca a las 8.00, se llevó consigo el maletín; y nada más tomar posesión, el nuevo asistente militar de Biden recibió uno de los otros dos otros ‘balones nucleares’.
Se conocen pocos detalles de ese momento crucial, ya que el Pentágono se niega a ofrecer información; pero, poco antes de que comenzara la investidura, un grupo de reporteros pudo ver cómo un hombre entraba al Capitolio con el característico maletín negro, informó el periodista de The Washington Post Mike DeBonis en Twitter.
la “galleta” que verifica la identidad del presidente
No obstante, para lanzar un ataque nuclear, lo más importante no es el maletín, sino una pequeña tarjeta laminada conocida como ‘galleta’ o ‘código de oro’ y que sirve para verificar la identidad del presidente, desveló Schwartz en el pódcast.
Al contrario de lo que muestran las películas, el jefe de Estado no tiene un botón rojopara disparar los misiles y la ‘galleta’ tampoco contiene los secretos códigos nucleares.
Esos códigos están guardados a cal y canto en el Pentágono, de manera que si el presidente quiere lanzar un ataque nuclear lo primero que debe hacer es usar un teléfono especial que tiene su asistente militar y que le conecta con funcionarios del mando encargado de los misiles.
Entonces, el presidente tendría que verificar su identidad usando los códigos alfanuméricos de la ‘galleta’, por ejemplo ‘D-E-5’, y solo entonces comenzaría el proceso de lanzamiento, detalló Schwartz.
Fuente: Telemundo 51
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