Destacado, Tecnología

Recomendaciones para prevenir el cáncer de cuello uterino

Miles de mujeres en todo el mundo -en particular las más pobres- mueren cada año de cáncer de cuello uterino, una enfermedad que se puede prevenir y tratar. En ese sentido, la OMS y el HRP han lanzado una nueva directriz para ayudar a los países a avanzar más rápidamente y de forma más equitativa […]

Por Allan Brito
Recomendaciones para prevenir el cáncer de cuello uterino
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Miles de mujeres en todo el mundo -en particular las más pobres- mueren cada año de cáncer de cuello uterino, una enfermedad que se puede prevenir y tratar.

En ese sentido, la OMS y el HRP han lanzado una nueva directriz para ayudar a los países a avanzar más rápidamente y de forma más equitativa en la detección y el tratamiento de esta devastadora enfermedad.

Acabar con el sufrimiento del cáncer de cuello uterino

El año pasado, en 2020, más de medio millón de mujeres contrajeron cáncer de cuello uterino, y unas 342 000 murieron a consecuencia de ello, la mayoría en los países más pobres, reportó Who.

Los programas de cribado rápidos y precisos son fundamentales para que cada mujer con enfermedad cervical reciba el tratamiento que necesita y se prevengan las muertes evitables.

La estrategia mundial de la OMS para la eliminación del cáncer de cuello uterino -aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud en 2020- pide que el 70% de las mujeres de todo el mundo se sometan periódicamente a pruebas de detección de la enfermedad cervical con un test de alto rendimiento, y que el 90% de las que lo necesiten reciban el tratamiento adecuado.

Junto con la vacunación de las niñas contra el virus del papiloma humano (VPH), la aplicación de esta estrategia mundial podría evitar más de 62 millones de muertes por cáncer cervical en los próximos 100 años.

“Los programas de cribado y tratamiento del cuello uterino eficaces y accesibles en todos los países son innegociables si queremos acabar con el inimaginable sufrimiento que causa el cáncer de cuello uterino”, afirma la Dra. Princesa Nono Simelela, Subdirectora General de Prioridades Programáticas Estratégicas: Eliminación del Cáncer Cervical.

“Esta nueva directriz de la OMS orientará la inversión de la salud pública en mejores herramientas de diagnóstico, procesos de aplicación más sólidos y opciones más aceptables para el cribado, a fin de llegar a más mujeres, y salvar más vidas.”

Un cambio en la atención

Las nuevas directrices incluyen algunos cambios importantes en los enfoques recomendados por la OMS para el cribado cervical.

En particular, recomienda una prueba basada en el ADN del VPH como método preferido, en lugar de la inspección visual con ácido acético (IVA) o la citología (comúnmente conocida como “frotis de Papanicolaou”), que son los métodos más utilizados actualmente en todo el mundo para detectar lesiones precancerosas.

Las pruebas de ADN del VPH detectan las cepas de alto riesgo del VPH que causan casi todos los cánceres de cuello uterino. A diferencia de las pruebas que se basan en la inspección visual, la prueba de ADN del VPH es un diagnóstico objetivo, que no deja lugar a la interpretación de los resultados.

Aunque el proceso para que un profesional sanitario obtenga una muestra de cuello uterino es similar tanto con la citología como con la prueba de ADN del VPH, la prueba de ADN del VPH es más sencilla, previene más precánceres y cánceres y salva más vidas que la IVAA o la citología. Además, es más rentable.

Un mayor acceso a los productos y a la automuestra es otra vía a considerar para alcanzar el objetivo de la estrategia mundial de un 70% de pruebas para 2030.

La OMS sugiere que las muestras autocogidas pueden utilizarse cuando se realicen pruebas de ADN del VPH. Los estudios muestran que las mujeres a menudo se sienten más cómodas tomando sus propias muestras, por ejemplo en la comodidad de su casa, en lugar de ir a ver a un proveedor para el cribado. Sin embargo, las mujeres deben recibir el apoyo adecuado para sentirse seguras de manejar el proceso.

Las recomendaciones responden a la relación entre el VPH y el VIH

Las mujeres inmunodeprimidas, como las que viven con el VIH, son especialmente vulnerables a la enfermedad cervical; tienen más probabilidades de sufrir infecciones persistentes por el VPH y una progresión más rápida hacia el precáncer y el cáncer. Esto hace que el riesgo de cáncer de cuello uterino sea seis veces mayor entre las mujeres que viven con el VIH.

En reconocimiento de esto, las nuevas directrices incluyen recomendaciones específicas para las mujeres que viven con el VIH. Esto incluye el uso de una prueba de cribado primario del ADN del VPH, seguida de una prueba de triaje si los resultados son positivos para el VPH, para evaluar los resultados del riesgo de cáncer de cuello uterino y la necesidad de tratamiento. Las recomendaciones globales también aconsejan que el cribado comience a una edad más temprana (25 años) que para la población general de mujeres (30 años). Las mujeres que viven con el VIH también deben volver a someterse a la prueba después de un intervalo de tiempo más corto tras una prueba positiva y después del tratamiento que las mujeres sin VIH.

“Con estas nuevas directrices, debemos aprovechar las plataformas ya desarrolladas para la atención y el tratamiento del VIH para integrar mejor el cribado y el tratamiento del cáncer de cuello uterino con el fin de satisfacer las necesidades sanitarias y los derechos del variado grupo de mujeres que viven con el VIH, para aumentar el acceso, mejorar la cobertura y salvar vidas” Dra. Meg Doherty, Directora del Departamento de Programas Mundiales de VIH, Hepatitis e Infecciones de Transmisión Sexual de la OMS.

Cada intervención cuenta para eliminar el cáncer de cuello uterino

Los datos que muestran la situación actual de los países del mundo en relación con su carga de cáncer de cuello uterino y la cobertura de cribado y tratamiento se publicarán a finales de 2021. Estos perfiles de los países pueden ayudar a los ministerios de sanidad a identificar los puntos en los que sus programas deben reforzarse y a medir los avances hacia los objetivos de 2030.

Para que un programa de prevención y control del cáncer de cuello uterino tenga impacto, hay que reforzar la retención de las pacientes y garantizar el tratamiento rápido de las mujeres que dan positivo en el cribado del VPH o

Relacionados