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Resuelto el misterio de la inquietante foto de las literas en el derrumbe del edificio de Surfside

La inquietante foto del colapso del edificio en Surfside, Florida, era sobre una litera que estaba en el ático de una abogada de Nueva York. Recientemente circuló una imagen de una litera precariamente situada sobre los restos destruidos de la Champlain Towers South, que según informes estaba en el ático alquilado de un abogado de […]

Por Allan Brito
Resuelto el misterio de la inquietante foto de las literas en el derrumbe del edificio de Surfside
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La inquietante foto del colapso del edificio en Surfside, Florida, era sobre una litera que estaba en el ático de una abogada de Nueva York.

Recientemente circuló una imagen de una litera precariamente situada sobre los restos destruidos de la Champlain Towers South, que según informes estaba en el ático alquilado de un abogado de Manhattan.

La penosa fotografía ocasionó que muchas personas se comenzaran a preguntar si uno o varios niños habían estado dormidos en esa habitación para el momento del derrumbe, publicó el Miami Herald, reportó Caraota.

Al parecer, esa teoría ahora es muy poco probable, ya que la cama formaba parte de la unidad amueblada de Linda March, en el edificio colapsado.

March, de 58 años, nacida en la Ciudad de Nueva York, había sobrevivido a un ataque de COVID-19, cuando decidió mudarse sola, desde la Gran Manzana a Surfside, para “empezar de cero”, en el edificio condenado.

Su mejor amiga, Rochelle Laufer, dijo “me envió fotos del apartamento”, “el lugar era hermoso, frente al mar, con hermosas vistas”.

Laufer agregó, que su amiga utilizaba el segundo dormitorio como oficina en casa, lo que claramente explica la silla de escritorio negra que se puede visualizar cerca de la litera en la imagen del apartamento destruido que había alquilado la abogada recientemente, en marzo.

Imágenes del Penthouse 4, que disponía de dos dormitorios, aún aparecían en el sitio web de alquileres Apartments.com, el miércoles por la mañana, incluyendo la fotografía de la litera.

Además Laufer comentó, que “de lo único que se quejaba era de la construcción. Empezaba a las 8:00 a.m. y seguía todo el día”.

Para el momento de la tragedia, el edificio estaba siendo sometido a reparaciones y remodelaciones para su recertificación de 40 años.

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