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Ronna McDaniel: El extremismo de los demócratas sobre el aborto es una estrategia de derrota

El miércoles, 49 demócratas del Senado votaron a favor de la engañosamente llamada Ley de Protección de la Salud de la Mujer. Este proyecto de ley radical esencialmente legalizaría el aborto a pedido y hasta el momento del nacimiento, al anular las leyes estatales ampliamente populares sobre el aborto, eliminar las protecciones para las convicciones […]

Por Allan Brito
Ronna McDaniel: El extremismo de los demócratas sobre el aborto es una estrategia de derrota
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El miércoles, 49 demócratas del Senado votaron a favor de la engañosamente llamada Ley de Protección de la Salud de la Mujer. Este proyecto de ley radical esencialmente legalizaría el aborto a pedido y hasta el momento del nacimiento, al anular las leyes estatales ampliamente populares sobre el aborto, eliminar las protecciones para las convicciones religiosas y derogar las prohibiciones de los abortos selectivos por sexo. Afortunadamente, la votación es solo teatro político. Los Demócratas no tienen el apoyo que necesitan para enviar el proyecto de ley al escritorio de Joe Biden. Pero el hecho de que incluso estén impulsando una agenda de aborto tan escandalosa, muestra cuán fuera de sintonía están con la mayoría de los estadounidenses.

Por Ronna McDaniel, Presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC)

Las encuestas muestran consistentemente que la mayoría de los estadounidenses están a favor de los límites al aborto. Más de la mitad de los votantes apoyan la prohibición de los abortos después de las 15 semanas, según una encuesta reciente de Fox News. La encuesta también concluyó que el 50% de los votantes apoyaría la prohibición del aborto después de las seis semanas de embarazo. Una encuesta de Associated Press reveló que el 80% de los estadounidenses cree que los abortos en el tercer trimestre generalmente deberían estar prohibidos. Gran parte del cambio en la opinión pública se debe a los avances de la ciencia y la tecnología. Ahora sabemos que a las 15 semanas, los bebés por nacer pueden chuparse los dedos, sentir dolor y reaccionar a los estímulos. El corazón del bebé ha estado latiendo durante 10 semanas y potencialmente puede sobrevivir fuera del útero después de solo ocho semanas más.

Pero nada de esto le importa a los Demócratas, que no se atreven a decir qué límites al aborto apoyan, si es que apoyan alguno. La candidata a gobernadora de Georgia, Stacey Abrams, reveló recientemente que no apoya límites para el aborto. En Arizona, la candidata Demócrata a gobernadora, Katie Hobbs, no dejó ambigüedades en su postura sobre el aborto, tuiteando “F-k the patriararchy” y dirigiendo a sus seguidores a donar para “defender el derecho a escoger.” El Demócrata Beto O’Rourke, que se postula para gobernador en Texas, se negó a establecer qué límites al aborto apoyaría. El candidato al Senado de Pensilvania, John Fetterman, dijo: “No lo creo,” cuando se le preguntó si apoya algún límite al aborto. Aparentemente, incluso Joe Biden respalda el aborto ilimitado. Cuando se le presionó varias veces, la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se negó a responder si el presidente apoya o no un solo límite al aborto. Los Demócratas no pueden responder las preguntas más básicas sobre el tema: ¿Qué límites apoyan?

Eso los ubica directamente junto a algunos de los regímenes más brutales del mundo. Estados Unidos es uno de los seis países, incluida la China comunista y Corea del Norte, que permiten el aborto electivo durante los nueve meses del embarazo. Y los Demócratas solo se están volviendo más radicales. Recientemente, intentaron abandonar décadas de consenso bipartidista eliminando la Enmienda Hyde, que impide que los dólares de los contribuyentes financien el aborto, de su agenda para “Construir de Nuevo la Quiebra.” Los Demócratas se han negado a respaldar cualquier protección para los bebés que sobreviven a abortos fallidos, incluso hasta y después del momento del nacimiento. Incluso han bloqueado la legislación que prohíbe el infanticidio.

Mientras los demócratas se sumerjen en las profundidades, los conservadores luchan para preservar la santidad de la vida. Una sólida red de iglesias y organizaciones sin fines de lucro en todo el país está comprometida a ofrecer a las nuevas madres el apoyo que necesitan para elegir la vida de sus bebés, desde ropa y equipo, hasta clases para padres y orientación profesional. Las organizaciones de defensa a favor de la familia defienden la legislación para proteger a los no nacidos en los capitolios estatales de todo el país. Las leyes de refugio seguro, que existen en los 50 estados, permiten que las personas dejen a los bebés de forma anónima en casas de seguridad designadas en situaciones en las que no pueden cuidar al niño ellas mismas. Y las agencias de adopción están listas para acompañar a las madres que buscan colocar a sus bebés con familias; hay hasta 36 parejas que buscan adoptar, por cada niño que necesita un hogar.

Los Demócratas ya no son el partido de lo “seguro, legal y raro,” en lo que se refiere al aborto. Hoy en día, los activistas de izquierda piden, sin siquiera sonrojarse, abortos financiados por los contribuyentes, a pedido y sin excepciones. Los Republicanos, por otro lado, reconocen el valor de cada vida desde el momento de la concepción, y están comprometidos a defender, tanto a las madres vulnerables, como a sus hijos por nacer, de la agenda extremista de aborto de los demócratas.

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