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Sencillamente elegante

La moda cambia. Asistir a un evento y estar vestido acorde a la ocasión siempre es un desafío dependiente de los atuendos que se utilicen en la actualidad, pero sabemos que hay un accesorio que siempre nos dará elegancia y que nunca perderá vigencia. Estamos haciendo referencia a las gargantillas de oro, un objeto que […]

Por Allan Brito
Sencillamente elegante
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La moda cambia. Asistir a un evento y estar vestido acorde a la ocasión siempre es un desafío dependiente de los atuendos que se utilicen en la actualidad, pero sabemos que hay un accesorio que siempre nos dará elegancia y que nunca perderá vigencia.

Estamos haciendo referencia a las gargantillas de oro, un objeto que con su característica sutileza nos aportará un toque distintivo en nuestro look y resaltará más allá de la ropa que estemos utilizando.

La historia de los collares

Según estudios e investigaciones realizadas, los collares datan de la orfebrería de las comunidades egipcias hace aproximadamente 4.000 años.

Se cree que los collares son tan antiguos como el fuego, ni más ni menos. Es que en aquel entonces, poseer uno de ellos, representaba formar parte de los altos rangos de la sociedad de la que por entonces formaban parte.

En aquel entonces, toda persona que tuviera autoridad o poder, ostentaba de su collar para de esa manera evidenciar su posición dentro de la población.

Estas piezas siempre fueron verdaderas obras de arte que con el tiempo fueron modificándose: algunas llevaban pedrerías y perlas, otras un péndulo, y en algunas ocasiones lucían detalles de oro.

La moda de las gargantillas

Durante la Edad Media europea se dejaron a un lado los collares y la moda de aquel entonces dio un giro hacia las gargantillas. Aunque claro, aquellas eran diferentes a las que conocemos en la actualidad, ya que su material era de tela, con un hilo de perlas a modo de detalle, y se portaba ajustada al cuello.

Hay que tener en claro que, pese al extenso tiempo de vida que lleva este complemento, su evolución ha sido muy limitada.

Es verdad que los materiales han cambiado con el paso de los años, como así también los colores y las diferentes opciones en cuanto al valor del mercado. A su vez, su tamaño sigue oscilando entre los 40 y los 45 centímetros de diámetro aproximadamente.

El oro y las gargantillas

Obviamente que, si bien hay de diferentes valores, las más deseadas son las gargantillas de oro. Incluso, el mercado sí ha mostrado su evolución en este punto y podemos conseguirlas en diferentes variaciones de este material, ya sea por sus kilates y también por su denominación. Es que si así lo requerimos, podremos obtener gargantillas de oro tradicional, como así también de oro blanco, rosa y negro.

Introduciéndonos en estas alternativas que ofrece el oro, cabe comentar que el oro blanco se da producto de la aleación del oro con otro metal blanco, como por ejemplo el manganeso o níquel.
Por su parte, el oro rosa se da producto de una combinación de75% de oro puro, combinado con 5% de plata y un 20% de cobre, siendo esto último lo que le otorga su particular color.
Mientras tanto, el oro negro se da tras una mezcla con el cobalto, obteniendo así el mencionado tono.

Todos estos derivados del oro se han aprovechado para que, en medio de un mercado muy marcado y reducido, los diseñadores puedan aportar algo diferente desde el color del objeto.

Gargantillas: diseño, sencillez y elegancia

A modo de conclusión, podemos expresar que acompañar un atuendo de gala con una gargantilla de oro hará que el atuendo resalte mucho más. Ya sea en una cena de gala o en una reunión formal, con un vestido que luzca su escote  o con un diseño que sea cerrado en el frente.

Indistintamente a lo que llevemos puesto para la ocasión, este destacado accesorio nos permitirá lucirnos con un toque distintivo en medio de los anfitriones presentes, sin tener que ostentar nada que resalte demasiado ni que llame la atención.

Es por eso que, de tener la oportunidad, lucir este objeto representará un estilo único y diferente, dándonos un toque sutil y elegante que nos dará seguridad y estilo.

 

 

 

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