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¿Sientes pereza en el trabajo? Estas podrían ser las razones

De acuerdo con Bill Gates, las personas “perezosas” son los mejores trabajadores, porque siempre encontrarán la forma más fácil de resolver una tarea difícil. Sin embargo, hay que saber diferenciar cuando alguien es eficiente en la priorización, y cuando está siendo verdaderamente holgazán. La pereza puede ser síntoma de que sucede algo más. Escoger la […]

Por Allan Brito
¿Sientes pereza en el trabajo? Estas podrían ser las razones
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De acuerdo con Bill Gates, las personas “perezosas” son los mejores trabajadores, porque siempre encontrarán la forma más fácil de resolver una tarea difícil. Sin embargo, hay que saber diferenciar cuando alguien es eficiente en la priorización, y cuando está siendo verdaderamente holgazán. La pereza puede ser síntoma de que sucede algo más.

Escoger la fruta que cuelga más bajo no hace que una persona sea perezosa, ni tampoco tomar el camino más obvio, ni tampoco tomarse vacaciones. Los hace buenos en la priorización, trabajadores eficientes y personas más resilientes.

Categorizar todos estos comportamientos como perezosos es inespecífico y reductivo. ¿Un colega incumplió una fecha límite a pesar de tener suficiente tiempo? Perezoso. ¿Preferimos dormir hasta tarde que ir al gimnasio? Perezoso. Pero, es importante destacar que no siempre la pereza es un problema; es un síntoma.

Falta de descanso

Sentirse perezoso es, a menudo, una señal de que necesitamos descansar, destaca un artículo de Entrepreneur. 

Relajarse en lugar de trabajar, priorizar las tareas personales sobre las profesionales o no despertarse a las 6 AM puede leerse como canónicamente perezoso, pero es un problema de percepción.

A veces, lo más productivo que puedes hacer es descansar. El descanso es fundamental para la productividad.

Descansar durante la jornada laboral, como en una caminata larga, puede ser poderoso para generar ideas creativas. Los descansos más prolongados son fundamentales para prevenir el agotamiento. Lo que puede parecer pereza engañosamente te hace mejor.

Falta de motivación

La falta de motivación es algo por lo que muchos de nosotros nos reprendemos como un defecto personal. Sin embargo, hay qué preguntarse por qué estás evitando ciertas tareas. En muchos casos se debe a que no estas aprendiendo nada nuevo, o el temor a fracasar en algún proyecto.

Para abordar estos problemas en ti mismo, debes evaluar la información recopilada al interrogar a tu llamada pereza. Identificar lo que te está frenando, ya sean tendencias perfeccionistas o baja autoeficacia, es el primer paso para tomar medidas.

El riesgo de la pereza es que se convierta en estancamiento. Tienes que tomar decisiones que aborden la raíz. No solo serás más productivo. Incluso podrías ser más feliz.

Progreso

Sentir una sensación de progreso y disfrutar de las pequeñas ganancias puede ayudar a luchar contra esa voz en tu cabeza que dice que el trabajo es demasiado difícil o que el proyecto es demasiado grande para abordarlo.

Cambia tu enfoque. Por ejemplo, toma nota de las personas en las que tu trabajo tiene un impacto, no solo de lo que produces. Esto cambia el enfoque de las tareas que necesitas realizar a cómo puedes ayudar a las personas, tanto interna como externamente.

 

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