Destacado, Vida saludable

Stealthing: la peligrosa práctica sexual de quitarse el condón sin consentimiento

Stealthing, que en inglés significa “en sigilo” o “secretamente”, es un práctica que realizan algunos hombres y consiste en quitarse el condón durante el sexo, a pesar de haber acordado con su pareja el uso del preservativo. El acto ocurre cuando una persona, mayoritariamente una mujer, ha consentido de forma autónoma tener relaciones sexuales con […]

Por Allan Brito
Stealthing: la peligrosa práctica sexual de quitarse el condón sin consentimiento
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Stealthing, que en inglés significa “en sigilo” o “secretamente”, es un práctica que realizan algunos hombres y consiste en quitarse el condón durante el sexo, a pesar de haber acordado con su pareja el uso del preservativo.

El acto ocurre cuando una persona, mayoritariamente una mujer, ha consentido de forma autónoma tener relaciones sexuales con condón, sin embargo, es engañada por su pareja y coaccionada secretamente a participar en relaciones sexuales sin condón.

El engaño y la coacción la privan de sus derechos a la sexualidad y la autonomía corporal y su derecho a controlar su sexualidad y elecciones reproductivas, todo sin que ella lo sepa, reseñó El Espectador.

En 2017, la investigadora Alejandra Brodsky, una abogada de la Universidad de Yale, realizó un estudio para evaluar cuáles podrían ser las posibles consecuencias legales de esta práctica.

Tras entrevistar a más de 100 mujeres que pasaron por este tipo de situación, la mayoría coincidió en que no saben si se trate o no de una violación. Los tribunales, en este caso los de Estados Unidos, tampoco tienen cómo definirlo.

“Sin embargo, a pesar de la falta de reconocimiento legal, la práctica está muy extendida y es conocida: una subcomunidad en línea de los perpetradores ha identificado y apodado la práctica de quitarse los condones sin consentimiento durante las relaciones sexuales como “Stealthing”, en una negación de la autonomía no muy diferente a la violación. No obstante, la ley guarda silencio ante lo que este artículo argumentará es una violencia generalizada”, señaló Brodsky.

No hay cifras claras sobre esta práctica, sin embargo, un estudio realizado en 2018 por la Universidad de Monash en Australia encontró que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres había sido víctima, y según el mismo estudio apenas el 1% acude a instancias judiciales o policiales.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de El Espectador (@elespectador)

Apenas en 2018 un hombre en Melbourne (Australia) fue condenado por el delito de acceso carnal violento por haberse removido el condón sin consentimiento.

Fue este caso el que puso el stealthing en el ojo público, pero esta práctica no es una moda nueva. Los predecesores del sigilo se remontan a la vigilancia y el énfasis del uso de condones en relación con el control de la propagación del VIH en la década de 1990 en Gran Bretaña.

El por qué algunos hombres lo hacen es otro asunto. Hay comunidades en línea que invitan a los hombres a esta práctica con argumentos como que “sin condón se siente mejor” o “por la emoción de degradar”, según las pesquisas de la ginecóloga Sumayya Ebrahim publicadas en la revista Reproductive Health in Sub-Saharan Africa, en 2018.

La autonomía durante las relaciones sexuales es innegociable, y según las investigadoras, quitarse el condón o mentir sobre ponérselo constituye una violación a la autonomía sexual y hace parte de los delitos contra las mujeres reconocidos internacionalmente.

Relacionados