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Suecia y su estrategia frente al covid-19: civismo y otros mitos pandémicos

Al implantarse la pandemia covid-19 medio mundo ha observado con incredulidad como Suecia, en vez de confinar a su población decidió utilizar otra estrategia, basada en la responsabilidad individual. Por Redacción MiamiDiario En una entrevista para Financial Times el epidemiólogo Anders Tegnell, explicó que la inmunidad no era el objetivo principal para Suecia “ni nosotros […]

Por Allan Brito
Suecia y su estrategia frente al covid-19: civismo y otros mitos pandémicos
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Al implantarse la pandemia covid-19 medio mundo ha observado con incredulidad como Suecia, en vez de confinar a su población decidió utilizar otra estrategia, basada en la responsabilidad individual.

Por Redacción MiamiDiario

En una entrevista para Financial Times el epidemiólogo Anders Tegnell, explicó que la inmunidad no era el objetivo principal para Suecia “ni nosotros ni ningún país en el mundo puede alcanzar la inmunidad de rebaño para que la enfermedad desaparezca porque no creo que lo haga”.

De acuerdo con un reciente estudio de seropositividad publicado este miércoles mostraba que solo 7% de la población ha desarrollado anticuerpos. Muy lejos de sus cálculos más optimistas, realizados hace alrededor de un mes, cuando se calculaba que el porcentaje sería de alrededor de 40% a finales de mayo.

En el país escandinavo a diferencia de otros países las decisiones las ha tomado una agencia independiente del Gobierno con criterios científicos.

Hay otros factores muy específicos y difícilmente exportables que influyen en la toma de decisiones, constitucionalmente no pueden “confinar a la gente en casa en tiempo de paz”, señaló Víctor Lapuente, politólogo e investigador.

Lapuente considera que muchos ciudadanos suecos ya viven prácticamente  confinados, el bajo número de policías por habitante en Suecia es de 203, que tal vez les haya empujado a renunciar a un enfoque más coercitivo, o una densidad poblacional mucho menor.

Tras las recientes cifras de fallecidos las autoridades suecas admitieron que no esperaban una letalidad tan alta, especialmente entre los ancianos, pero al mismo tiempo recordaban que su objetivo siempre fue “aplanar la curva” dentro de las amplias capacidades del sistema sanitario sueco, que daban mucho más margen de maniobra respecto a la saturación de UCI.

Según Lapuente “la idea era más bien la de estar mejor preparados para la segunda ola con un nivel de inmunización más alto sin dañar tanto la economía”.

 

 

 

 

Con información de El Confidencial

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