Las reclamaciones al seguro relacionadas con salideros de agua en una propiedad son una de las más comunes, ya sea por daños en las mangueras de las lavadoras, obstrucción o roturas de una tubería de baño o el característico salidero en un calentador de agua.
Dentro de las reclamaciones por daños por agua, las roturas de las mangueras de las lavadoras se llevan las palmas. Además de frecuente, es un daño muy costoso debido a que se suele descubrirse cuando es bastante tarde.
Si tenemos en cuenta que las mangueras siempre están conectadas a la tubería y constantemente están sometidas a la presión del agua, una rotura puede puede liberar más de 400 galones de agua en una hora. Si la rotura sucede cuando no haya nadie en casa o durante la noche, podríamos tener desagradable sorpresa.
Es tanto el potencial daño que en muchos condominios no permiten la instalación de lavadoras dentro de las unidades, aunque cuenten con el espacio.
Las causas más comunes de las roturas de mangueras de lavadoras son la edad, errores en la instalación, defectos de fabricación o que la instalación carezca de suficiente espacio detrás de la máquina.
La mayoría de los errores son prevenibles, si inspeccionamos el equipo cada cierto tiempo. Si, por ejemplo, observamos que las mangueras están deformadas, o las conexiones tienen óxido, es hora de reemplazarlas. Además, deberíamos considerar obsoleta aquella manguera que sobrepase los seis años de uso.
Cambiar una manguera puede costar de 50 a 100 dólares. Sin embargo, reparar los daños ocasionados por una inundación de una lavadora puede costar varios miles de dólares.
Por otra parte, deberíamos estar alertas porque los contratos de seguros de propietario tienen una cláusula que obliga a realizar trabajos de mantenimiento en el hogar. Si la manguera de la lavadora se rompe debido a falta de mantenimiento, el seguro podría denegar la reclamación.
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