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UniVista: ¿Cómo salvar tu negocio de una inundación?

Cuando Rafael llegó de madrugada al área donde se encuentra se restaurante con la idea de preparar los desayunos, se encontró con la noticia de que toda la zona estaba inundada. “Todas los negocios de la plaza tienen casi tres pies de agua”, le dijo la panadera, cuyo negocio colinda con el suyo. Dos horas […]

Por Allan Brito
UniVista: ¿Cómo salvar tu negocio de una inundación?
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Cuando Rafael llegó de madrugada al área donde se encuentra se restaurante con la idea de preparar los desayunos, se encontró con la noticia de que toda la zona estaba inundada.

“Todas los negocios de la plaza tienen casi tres pies de agua”, le dijo la panadera, cuyo negocio colinda con el suyo.

Dos horas después, cuando Rafael, junto con algunos de sus empleados, pudo acceder al negocio “para salvar los productos y equipos que podrían sido afectados por el agua”, vio que el espectáculo era dantesco.

En el salón las sillas se había amontonado en una esquina y estaban sucias con el tapiz cubierto de lodo. Las paredes, los reservados, la puertas, todo estaba teñido por el barro. Hubo que desconectar la electricidad del local y “esperar que viniera un inspector para evaluar los daños”, alguien recomendó.

En el almacén, poco se pudo hacer. Todos los sacos de granos, azúcar, sal, estaban bajo el agua sucia.

De repente, Rafael vio una luz al final del túnel. Se acordó de su seguro. Él lleva años pagando el paquete básico Business Owner Insurance que protege el edificio y todo el contenido de mismo, tanto muebles, como equipos que se encuentren dentro de la propiedad.

Entonces, llamó a la aseguradora para comunicarle lo ocurrido e indagar cómo proceder para “recuperar su negocio lo antes posible”.

Del otro lado de la linea, una especialista le comunicó muy apenada que “tras revisar su póliza, han visto que ellos no pueden ayudarle”. Ya que “el restaurante no tenía ninguna cobertura contra inundación”.

A esa hora, le vino a la mente aquella imagen del agente de seguro que le insistió tanto para que adquiriera también una póliza de inundación para el negocio. A lo que él se había negado, argumentando que “esa área nunca se inundaba”. Y que “ya tenía demasiados gastos”.

Ahora, Rafael deberá asumir él solo todos los daños sufrido por su negocio y lo más probable es que se vea obligado a tirar la toalla y declararse en bancarrota.

Univista Insurance: 305-740-1340

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