El vehículo autónomo crea una gran polémica social y transformará el mundo legal y de los seguros, ¿sabe por qué?
Mucho se habla de los vehículos autónomos. Por las calles, de vez en cuando, se puede ver alguno circulando en su etapa de prueba. Se reconocen porque llevan en el techo una espacie de aparato con muchas cámaras y sensores.
Resulta increíble tener un auto que funcione como un chofer particular: “Tesla, por favor, llévame al trabajo, a las 2.30 pm, recógeme a los niños en la escuela, y a las tres llévame al gimnasio”.
El AV, como también se le conoce, se encargará de llevar y traer a su dueño, mientras este durante el recorrido, puede leer, escuchar música, jugar un video juego, mirar el paisaje, conversar con el otro pasajero o, si está muy cansado, dormir.
Los futurólogos incluso prevén que estos autos podrían ser de uso compartido, que existirá una especie de plataforma donde siempre habrá un AV a disposición de los asociados. La idea es que el tiempo que un auto normal está en un garaje, el AV puede aprovecharlo para prestar servicio a otras personas que forman parte de la plataforma.
Todo suena muy lindo. Tener un AV será igual a sentirse Michael Knight, el protagonista de aquella famosa serie televisiva en los años ochenta llamada “El auto Fantástico”. Pero qué pasa si ese KITT (así se llamaba el auto del filme) tiene un accidente. ¿Quién pagará por los daños causados por un vehículo que toma sus propias decisiones, el dueño o el fabricante? ¿Sobre quién recaerá la responsabilidad civil?
¿Quién pagará la póliza de colisión, el dueño o el fabricante?
A lo mejor, el dueño tendría que tener un seguro de viaje que lo cubra, porque al fin y al cabo es un pasajero en su propio automóvil.
Cuando comiencen a comercializarse los AV, ¿qué pólizas serán obligatorias para los dueños, que ya no serán más conductores? ¿Será preciso tener un full cover?
Como ven, la conducción autónoma tiene otras implicaciones en el mundo del seguro, las leyes e incluso en la ética.
Según se piensa, estos AV se podrán programar para que, en caso de accidente, actúen priorizando la vida del conductor o, salvando la vida de quien sea más vulnerable o más útil socialmente. Por ejemplo, si un camión pierde los frenos y se dirige a toda velocidad contra su AV, ¿qué debe hacer el AV, acelerar y desviarse contra la acera donde pasan dos mujeres embarazadas, o quedarse en el sitio y aguantar la embestida del camión y usted muere? Si hace lo primero, ¿quién paga por las mujeres?
Mientras se aclaran todas estas dudas sobre el futuro, recuerde que en la actualidad es Univista Insurance quien le ofrece las mejores pólizas de seguros de auto del mercado. Si usted llama a uno de nuestros agentes, se podrá ahorrar una cantidad de dinero fantástica. No es ciencia ficción, eso está pasando hoy mismo, levante el teléfono y lo comprobará.
