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UniVista: Qué pasa cuando el objeto de deseo es un auto clásico

Los humanos, por lo general, somos amantes de lo exclusivo. Somos la única especie fetichista. Nos ligamos a los objetos como amuletos. Tal vez, porque albergamos la creencia de que al poseerlos adquirimos la satisfacción emocional de lo que en nuestras mentes ellos significan. Tal vez interpretamos su posesión como el símbolo de haber alcanzado […]

Por Allan Brito
UniVista: Qué pasa cuando el objeto de deseo es un auto clásico
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Los humanos, por lo general, somos amantes de lo exclusivo. Somos la única especie fetichista. Nos ligamos a los objetos como amuletos. Tal vez, porque albergamos la creencia de que al poseerlos adquirimos la satisfacción emocional de lo que en nuestras mentes ellos significan. Tal vez interpretamos su posesión como el símbolo de haber alcanzado una meta. “Somos 7 mil millones y lo tengo yo”.

Efectivamente, los objetos pueden simbolizar estatus. Nos puede impulsar a poseerlos nuestra relación sentimental con un personaje, un hecho o una actividad. Al final, lo importante es la posesión. “He logrado tener el auto que salió en aquella película”. “Tengo el auto que hace 30 perteneció al hombre más rico del país”. “Estos fueron los primeros autos que utilizaron tal o más cual motor”.

El atractivo hacia el objeto puede ser simplemente su belleza. No siempre hay una explicación lógica y no toda belleza es comprendida por el resto de los humanos.

Así, muchos compran un Maserati Ghibli 4.7, un Aston Martin DB5, o un Chevrolet Bel Air del 54, autos clásicos por excelencia. Con dichas compras, muchos pensarán que han adquirido un pedazo de historia, un peldaño de estatus, una porción de belleza o, simplemente, habrán satisfecho aquello que solemos llamar un caro antojo.

Tener un auto clásico a diferencia de comprar un novedoso vehículo, por muy caro que sea, no se trata solo de dinero. Tener un clásico es adquirir requisitos y responsabilidades indisolubles a su estatus de exclusividad.

Por ejemplo, los autos clásicos pueden rodar ciertas millas al año, solo utilizan piezas originales, se guardan en determinadas condiciones y necesitan seguros especiales.

No todas las aseguradoras de autos se especializan en pólizas de autos clásicos. Para ello hace falta rigor y experiencia.

Mi recomendación es que, si has adquirido un auto clásico, o estás pensando en comprar alguno, contacta con los especialistas de Univista Insurance. No dejes tu objeto de deseo, tu gran capricho, en manos improvisadas. Univista tiene un exclusivo grupo de asesores especializados en seguros de autos clásicos a tu entera disposición.

Univista Insurance: 305-740-1340

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