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UniVista:La temporada de huracanes 2019 está viva y coleando

El huracán que azotó a Bahamas hace un mes pudo hacer lo mismo con la Florida si no cambia de forma tan dramática su recorrido. Lo mejor es estar preparados La actual temporada de huracanes termina el 31 de noviembre. Durante este tiempo, aun puede formarse algún huracán tan fuerte como el Dorian, que azotó […]

Por Allan Brito
UniVista:La temporada de huracanes 2019 está viva y coleando
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El huracán que azotó a Bahamas hace un mes pudo hacer lo mismo con la Florida si no cambia de forma tan dramática su recorrido. Lo mejor es estar preparados

La actual temporada de huracanes termina el 31 de noviembre. Durante este tiempo, aun puede formarse algún huracán tan fuerte como el Dorian, que azotó a Bahamas hace a penas un mes. Un categoría 5 con vientos sostenidos sobre las 185 millas por hora que provocó inundaciones y precipitaciones de hasta 30 pulgadas. Todo eso sucedió a algo más de 180 millas de la costa este de Miami.

Todos nos quedamos perplejos con aquellas imágenes cuando el satélite finlandés Iceyes mostró una vista del Aeropuerto Internacional de Gran Bahamas en Freeport, toda el área se encontraba varios pies bajo el agua y permaneció así unos cuantos días.

La destrucción realizada por el viento de Dorian fue impactante. Pero más desazón causó ver cómo las calles se convirtieron en verdaderos ríos y muchas casas quedaron sumergidas hasta el mismo techo.

Si somos rigurosos deberíamos llegar a la conclusión de que Florida escapó de puro milagro. Nuestras calles pudieron ser las inundadas y nuestras casas las destruidas.

Si un huracán de la envergadura de Dorian golpeara la Florida se pondrían en riesgo casi tres millones de propiedades y los gastos de reconstrucción sobrepasarían los 581,641 millones de dólares, según un estudio reciente de FEMA.

Usted podría pensar, bueno si llegara a suceder algo como el huracán Dorian en Miami, se declararía zona de desastre y vendrán los fondos del Gobierno federal para reparar los daños de las propiedades. Pues pensar así sería un craso error. La asistencia por desastre se ofrece de dos formas. Un préstamo de la Agencia Federal para el Desarrollo, que hay que devolver con intereses. O una subvención de FEMA, cuyo monto promedio es de 5.000 dólares por familia.

Teniendo en cuenta que el promedio de las reclamaciones por inundación que reciben las aseguradoras ante los eventos comunes es de alrededor de los 30.000 dólares, los 5.000 del Gobierno no alcanzarían ni para empezar. Además, el dinero que entrega la aseguradora no hay que devolverlo, se da en concepto de beneficio del seguro.

La mejor opción para proteger los bienes es tener un seguro contra inundación con el que se pudiera asegurar hasta 250.000 dólares en estructuras y 100.000 en contenido.

Llame a Univista Insurance y asegure su casa por menos de lo que imagina. Y si viniera un huracán de cualquier categoría su única preocupación sería poner a salvo su familia. Del resto se ocuparía su seguro.

www.univistainsurance.com

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