Asesinó a dos hijos con un horno: los quemó y aplastó sus cabezas

El amor de una madre es inmenso e inagotable, o al menos eso se cree en la mayoría de los casos. No fue precisamente así para una mujer en Atlanta, que está acusada de asesinar a dos de sus tres hijos.

El suceso ocurrió en octubre de 2017, cuando Lemora Williams, entonces de 24 años de edad, llamó a emergencias tras supuestamente llegar a su casa y encontrar a dos de los niños sin vida. De acuerdo con las declaraciones del caso, los menores estaban dentro de su apartamento en el vecindario West End y tenían sus cabezas atrapadas en un horno volcado.

“Cuando entré, la estufa estaba sobre mi hijo, sobre la cabeza de mi hijo menor, y mi otro hijo estaba tirado en el suelo con el cerebro tirado en el suelo. No sé qué hacer”, dijo la mujer en la llamada al 911.

Leer más: Mató a su hijo de hambre, lo encerraba 16 horas al día por castigo

En un primer momento, la madre afirmó que dejó a los niños al cuidado de su prima, pero que esta se había ido. Sin embargo, tras el inicio de la investigación, las autoridades policiales descartaron la versión de la mujer y la arrestaron como principal sospechosa del asesinato.

Los cargos establecidos en una orden judicial indicaron que la mujer puso a Ja’Karter y Ke-Yaunte, de 1 y 2 años respectivamente, en el horno en algún momento entre la noche y la madrugada del día que reportó el suceso. El tercer niño,  Jameel Penn Jr., de tres años de edad, se encontraba también dentro de la vivienda cuando llegaron las autoridades y estaba ileso.

Los médicos forenses no lograron determinar la causa exacta de la muerte, aunque los cuerpos de los niños presentaban quemaduras. Han manejado la hipótesis de que pudieron ser estrangulados, antes de ser colocados en el horno.

En febrero de 2018, la mujer fue acusada con cuatro cargos de homicidio grave. Dos por asesinato, otros dos por asalto agravado y un par de cargos más por ocultar la muerte de otra persona. Adicionalmente, le sumaron un cargo penal por hacer una declaración falsa. También se le acusó por crueldad hacia los niños en primer y segundo grado, asalto agravado, agresión y obstrucción de la ley.

¿Entrevista a uno de sus hijos?

A pesar de que este caso ya tiene cinco años de antigüedad, una petición reciente de la madre dejó a la comunidad atónita. La mujer solicitó que el niño que sobrevivió a la tragedia, sea entrevistado.

En ese sentido, el abogado defensor de Williams, pidió un tiempo adicional para conversar con el menor y el fiscal que lleva el caso accedió.

Todo ocurrió durante la audiencia programada para el pasado viernes 2 de junio. La oficina del juez informó que Williams aún no decidía si declararse culpable o no y por esa razón requerían la declaración del niño.

De la determinación que tome la acusada, dependerá la fecha de juicio. Por ahora, la audiencia tuvo que ser pospuesta para una nueva fecha, mientras se coordina la entrevista al menor de edad.

¿Enfermedad mental?

La madre de la acusada, Brenda Williams, en una entrevista exclusiva con Atlanta News First, reveló que había denunciado a su hija al Departamento de Servicios para la Familia y la Infancia de Georgia. La abuela de los menores solicitó que se le retirara la custodia de sus hijos debido a los problemas mentales que la mujer presentaba.

“Era lenta para aprender”, dijo Brenda, “tuve que sacarla de la escuela y educarla en casa. Ella tenía comportamientos perturbadores, como cortarle la cabeza a sus muñecas y a las de mi otra hija”. Según la madre, los problemas mentales de Lemora parecieron empeorar después de que el padre de sus hijos la abandonara.

Brenda Williams, consternada por los acontecimientos, expresó su dolor y asombro por lo sucedido en su propia familia. “Se ven cosas como esta en películas de terror, pero ¿en mi familia? Mis dos nietos más pequeños ya no están por lo que hizo mi hija”, agregó con tristeza.

La fecha para la audiencia final de declaración de culpabilidad todavía no se determina, y la comunidad espera que se haga justicia en este caso que ha dejado una profunda huella en Atlanta.