Azafata paralizó vuelo hacia Miami con amenaza de bomba… ¡por celos!

Al momento de abordar un avión, son muchos los temores que experimentan los pasajeros, como ser víctimas de un accidente o un atentado terrorista. De hecho, está prohibido y penado tan siquiera mencionar palabras relacionadas con este tipo de hechos.

Sin embargo, el pasado 21 de mayo una azafata incurrió en un delito, al enviar una amenaza anónima sobre presencia de explosivos en una aeronave. La mujer aseguró que había bombas en el interior de un vuelo que partió desde Argentina, con destino a Miami.

El avión de Aerolíneas Argentinas estaba listo para despegar desde el aeropuerto de Ezeiza, cuando se recibió la advertencia. Por medio de una llamada telefónica, informó del supuesto ataque a los empleados de la línea aérea.

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“Dile al capitancito que le pusimos tres bombas en el aeropuerto de Miami. Que chequee el avión porque van a volar en mil pedazos”, aseguró en su mensaje.

Rápidamente, el personal de seguridad se dio a la tarea de investigar la veracidad de la amenaza. Revisaron exhaustivamente el avión, lo que causó temor y desconcierto entre los pasajeros que iban a bordo.

Al comprobar que la advertencia era falsa, el vuelo pudo salir, pero con más de siete horas de retraso.

No fue hasta el 30 de mayo que se conocieron los detalles de la investigación que dejó perplejos a todos. Una azafata argentina de la propia aerolínea, identificada como Daniela Carbone, fue la autora de la amenaza.

Motivo de la falsa amenaza de la azafata

Las autoridades argentinas revelaron que Carbone actuó por despecho. Indicaron que quiso vengarse de uno de los tripulantes de la aeronave, con el que mantenía una relación sentimental hasta que el hombre decidió terminarla.

Carbone fue detenida y ahora se enfrenta a cargos de intimidación, entorpecimiento de los servicios públicos y coacción agravada.

Medios locales explicaron que pudieron descubrir a la mujer tras el rastreo de los audios amenazantes que dio con su origen: el celular de la hija de Carbone.

Aunque usó un programa para distorsionar su voz, hizo afirmaciones que ayudaron a relacionarla con el caso. Por ejemplo, dijo que sabía a qué colegio iban las hijas del capitán.

De acuerdo con el testimonio de compañeros de trabajo de Carbone, la furia de la mujer se desató cuando se enteró que su expareja viajaba con otra mujer a Miami y pasarían juntos unos días libres.

Además, la policía argentina revisó la casa de la azafata y encontró dos celulares. Uno de ellos fue el que utilizaron para realizar la llamada y en el otro, había búsquedas en Internet sospechosas. “Cómo investigar un audio”, “se puede analizar un audio para saber la voz de quién es”, “Aerolíneas Argentinas”, fueron algunas de ellas.

Por su parte, Aerolíneas Argentinas informó que este incidente le generó una pérdida de alrededor de un millón de dólares, por el operativo de seguridad, evacuación de los pasajeros y reprogramación del vuelo hacia Miami.