Bad Bunny atribuye su gran éxito musical a no cantar en inglés

El cantante Bad Bunny aseguró recientemente en la revista ‘Harper’s Bazaar’ que parte de su éxito en la industria musical se debe a no cantar en inglés.

Benito Martínez Ocasio, nombre de pila del artista, ha tenido una proyección internacional gracias a la aceptación de los jóvenes. Hace poco se hizo viral un video en el cual Bad Bunny tiene una interacción con el famoso actor Brad Pitt. Se evidencia una especie de “coqueteo” que encendió las alarmas del público.

Algo que caracteriza al intérprete de “Ella baila sola” es su inclinación hacia lo excéntrico y lo llamativo, es por ello que también es considerado uno de los famosos que incita a la transformación cultural.

Durante una entrevista para ‘Harper’s Bazaar’, el cantante señala que su originalidad lo ha llevado a tener un éxito rotundo. Hay que recordar que el boricua se ha aparecido en eventos con trajes estrambóticos, diseños que son elogiados y criticados por los espectadores.

Los ritmos latinos de Bad Bunny ponen a bailar

Bad Bunny indicó que los ritmos latinos que caracterizan sus canciones han contribuido con su ascenso profesional, puesto que sus fans se sienten identificados. Asimismo, enfatizó que no cantar en inglés favorece su posicionamiento artístico.

Una historia que inició hace 28 años

Benito Martínez nació un 10 de marzo de 1994 en San Juan Puerto Rico. Es compositor y cantante de música urbana. Le gusta el trap y el reggaetón. De acuerdo con el portal web CMTV, el artista nunca ha tomado clases formales de musicalización, además no sabe tocar algún instrumento. Sin embargo, recibe crédito por crear sus propias canciones.

Muchos lo comparan de cierta manera con el fallecido cantante Freddie Mercury, quien estuvo en su mejor apogeo artístico en los 70 y 80.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Harper’s BAZAAR (@harpersbazaarus)

Bad Bunny: un joven que ahora lo tiene todo

“El Conejo Malo” no siempre tuvo fama y dinero, ya que fue criado en un barrio modesto en San Juan, Puerto Rico. Hoy en día tiene la convicción de que “no hay reglas para la masculinidad. No hay reglas para ser hombre”.