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¿Cómo reducir la papada? Recomendaciones de especialistas

Con el paso del tiempo puede irse formando debajo del rostro la conocida papada o doble mentón, reportó  Estersa. Sin embargo, tener papada no es sinónimo de padecer sobrepeso. El origen de la papada varía en función de cada persona, por lo que para conseguir la eliminación de papada, es fundamental conocer su procedencia en nuestro […]

Por Allan Brito
¿Cómo reducir la papada? Recomendaciones de especialistas
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Con el paso del tiempo puede irse formando debajo del rostro la conocida papada o doble mentón, reportó  Estersa.

Sin embargo, tener papada no es sinónimo de padecer sobrepeso. El origen de la papada varía en función de cada persona, por lo que para conseguir la eliminación de papada, es fundamental conocer su procedencia en nuestro caso particular:

Cuestión genética: ¿Recuerdas si tus padres tenían papada? Es probable que si ellos la tenían, genéticamente estés más predispuesta a tener flacidez en la zona del cuello.

Paso de los años: Como norma general, es la causa más común de la papada en la mayoría de la población. La piel que se encuentra debajo del cuello tiene poco colágeno y elastina. Además, los músculos del cuello suelen estar menos ejercitados.
Como resultado de esto, la grasa encuentra mayor facilidad para acumularse en esa zona, gracias a la flacidez de la piel y la blandura del musculo, que permiten que se forme una doble papada terriblemente antiestética.

Sobrepeso: Aunque es cierto que no es necesario tener sobrepeso para padecer papada, los kilos de más también pueden aumentar el exceso de grasa debajo de la barbilla.

Ejercicios para reducir la papada

Es posible que el exceso de grasa se deba a que los músculos de tu cuello no se encuentran lo suficientemente fortalecidos. Como si de una tabla de gimnasio se tratara, a continuación te dejamos una serie de ejercicios para la papada que deberás realizar a diario.

Rutina de ejercicios para eliminar la papada

#Ejercicio N1: Siéntate con la espalda recta y pon tus brazos alrededor del cuello, al tiempo que elevas la cabeza hasta arriba tanto como te sea posible. Después inclina la cabeza hacia la derecha y mantén la postura durante 10 segundos. Cambia al lado contrario y mantén la postura el mismo tiempo. Realiza 10 repeticiones y descansa dos minutos hasta el siguiente ejercicio.

#Ejercicio N2: ¿Te acuerdas cuando aprendías las vocales en tus primeros años de colegio? Haz el mismo ejercicio, abriendo la boca lo máximo posible y manteniéndola abierta al menos durante 5 segundos. Realiza 2 repeticiones y descansa dos minutos.

#Ejercicio N3: Cierra la boca y mueve la lengua en círculos, haciendo fuerza al tocar el paladar inferior y superior. Realiza quince repeticiones todos los días.

Consejo de especialista: Si quieres complementar nuestra rutina de ejercicios diarios para reducir la papada, puedes masticar un chicle durante 45 minutos al día (Siempre sin azúcar, no queremos tener problemas bucodentales). Al mascar chicle, conseguimos fortalecer una gran parte de los músculos de nuestra cara y cuello.

Dieta equilibrada: La mejor forma de perder papada
Además de reducir los kilos de más que nuestro organismo no necesita, hay una serie de cambios que debemos realizar en nuestra dieta diaria para reducir la papada. No debes reducir el consumo de grasas, ya que son necesarias para nuestro organismo.

No obstante, procura consumir aquellas que son saludables (Como las que provienen del aguacate , el aceite de oliva o pescados como el salmón) y reduce las dañinas para nuestro metabolismo ( como las que provienen de bollería o embutidos).

Por otro lado, evita los cambios bruscos de peso que producen las “dietas milagro”. Por un lado son perjudiciales para tu salud y el efecto rebote está garantizado. Por otro, favorecen la acumulación de grasa en las zonas que menos queremos (Por ejemplo el cuello) y fomentan la flacidez del tejido muscular.

Exfoliarse la piel para reafirmar la papada

Mantener la piel limpia e hidratada es fundamental para reducir la papada. No olvides extender la crema de la cara sobre la piel del cuello e intenta, al menos una vez a la semana, exfoliar la piel con algún exfoliante para eliminar células muertas y favorecer la renovación de nuestra dermis.

Además, procura tener mucho cuidado con los rayos del sol. Siempre advertimos a nuestros pacientes de la importancia de aplicar crema solar durante todos los meses del año.

Si exponemos nuestro piel en las horas de máxima radiación e intensidad solar, provocamos de manera directa la destrucción de colágeno y elastina, y con ello fomentamos la aparición de la papada.

Eliminar la papada sin cirugía

Por desgracia, uno de los mayores problemas de la papada es que a pesar de que realices ciertos cambios en tu día a día, la grasa del cuello puede no llegar a desaparecer. La operación de papada resulta tremendamente complicada, ya que al ser una zona cercana a la cara, el post operatorio siempre resulta más incómodo.

No obstante, en los últimos años la medicina estética ha avanzado en favor de las necesidades de la población y han aparecido nuevos tratamientos en el mercado. Así por ejemplo, es posible la reducción de papada sin cirugía gracias al tratamiento Belkira®.

Se trata de un tratamiento inyectable compuesto de ácido desxicólico que permite digerir la grasa localizada en nuestra zona del cuello. Al tiempo que se reduce la grasa, se genera nuevo colágeno y el volumen del cuello se reduce.

La principal ventaja de este tratamiento de papada es que los adipocitos que se destruyen no vuelven aparecer y poco a poco se consigue la retracción de la piel y se define la zona de nuestra mandibula. Por otro lado, debes recordar que el tratamiento es apto tanto para hombres cómo mujeres.

Contar con ayuda especializada es fundamental en todo el proceso. Si ya has intentado reducir la papada con diferentes medios y no ha sido posible, puede que sea el tratamiento indicado. El médico deberá evaluar tu caso (si la grasa acumulada es demasiada, es posible que sí necesites pasar por quirófano) y determinar cuántas sesiones serán adecuadas para conseguir los efectos deseados.

La principal diferencia con la cirugía de papada es la comodidad del tratamiento. Aunque lógicamente se produce el enrojecimiento de la zona, podemos volver a nuestros quehaceres diarios y laborales al día siguiente, siempre sin realizar ningún “ejercicio fuerte”, en las próximas 72 horas.

 

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