No nos cansamos de sorprendernos con las historias insólitas de las que nos provee la cotidianidad. En esta oportunidad, se trata de una turista británica que sirvió de medio de transporte involuntario de una serpiente de Australia a Escocia
Moira Boxall descubrió el viernes pasado que el reptil enroscado en un zapato se había colado en su equipaje, cuando desempacaba su maleta al regresar a Glasgow. En un pimer momento la mujer pensó que era un juguete que su hija y su yerno habían puesto en su equipaje para bromear.
Snake on a plane
This is what Moira Boxall found while unpacking after a trip to Queensland, Australia.
It’s a spotted python and isn’t venomous.
She thought it was a joke snake – until it started to squirm.
(Image from SSPCA) pic.twitter.com/BrMo5Ax39N— James Shaw (@JGBS) February 25, 2019
Boxall se dio pronto cuenta de que la serpiente era real, afortunadamente no venenosa, y de que el reptil incluso había cambiado de piel durante el viaje de casi 15.000 kilómetros entre la ciudad de Mackay y Glasgow.
Temiendo que la culebra pudiera ser venenosa, Boxall llevó el zapato a su jardín y le puso una caja encima, para que el animal no pudiera escapar. Luego se comunicó con sus familiares en Australia, que a su vez llamaron a la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad contra Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés).
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Finalmente resultó que se trataba de una pitón moteada no venenosa, a las que algunas personas tienen como mascota. Actualmente la serpiente está en cuarentena en Escocia y pronto podría convertirse en huésped permanente de un zoológico de Glasgow.
Con información de RT
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