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Construcción y recuperación en Venezuela

Gonzalo J. Morales Venezuela se encuentra detenida en el tiempo, no se mueve, y si lo hace es para retroceder. El escaso movimiento que se aprecia en las ciudades así lo califica. Es un país detenido y semi- destruido, que ruega por una recuperación.   Soportando y contemplando el lastimoso estado en que se encuentra […]

Por Allan Brito
Construcción y recuperación en Venezuela
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Gonzalo J. Morales

Venezuela se encuentra detenida en el tiempo, no se mueve, y si lo hace es para retroceder. El escaso movimiento que se aprecia en las ciudades así lo califica. Es un país detenido y semi- destruido, que ruega por una recuperación.

 

Soportando y contemplando el lastimoso estado en que se encuentra Venezuela y los venezolanos, luego de tantos lustros de destrucción inducida, parcialmente, o como sistema de gobierno, se hace obligatorio e impostergable comenzar la reconstrucción y la recuperación de nuestro país,

 

Tal recuperación debe estar asociada a un programa de reconstrucción, imprescindible de acometer a breve plazo y concluir cuando Dios lo decida. Lögicamente, tales acciones están ahora  en manos del régimen actuante, pero si éste carece de los medios profesionales o financieros para llevarlas a cabo, debemos nosotros actuar, comenzarlas, desconocer y desechar al régimen inoperante.

Recuperación y reconstrucción planificada

Ambas, la recuperaciòn y la reconstrucción deben ser objeto de una planificación muy bien formulada, por parte de equipos multidisciplinarios de profesionales, que determinaràn programas de prioridades, tiempos, costos y materiales requeridos.

 

Al tomar esa decisión se podría establecer cuando estaría todo listo para comenzar ese programa de recuperación, asì como también en cuanto tiempo podría concluir, ya que, se supone, luego de veinte y dos años de descomposiciòn constante, alcanzar la recuperación debería tomar igual lapso de tiempo.

Reapertura de empresas en Venezuela

Por lo tanto, labor mínima, importante, que deberìa asumir el régimen radicaría en comenzar la reapertura de empresas cerradas, devueltas a sus dueños legales, para devolverle al pueblo los puestos perdidos por malos manejos del mismo gobierno. Esa devolución es parte esencial de la recuperación inmediata que se necesita.

 

Tal reconquista imprimirá gran vitalidad a la economía del paìs, con los miles de puestos de trabajo que se crearìan en todo el territorio venezolano.

 

Tal reconstrucción debe planificarse y ejecutarse, primera y obligatoriamente, solucionando los ingentes,   problemas creados en el campo económico, en los cuales está centrado el futuro.

 

Tal reconstrucción puede acometerse de muchas maneras, pero si fuésemos profesionales calificados los encargados de tan difícil y exigente misión en el campo económico, en el plan tentativo a proponer estaría, primeramente, revitalizar el sector agro-industrial, acompañado por el de hidrocarburos, seguido por la recuperación del sector energético de plantas termoreléctricas. Hasta allí podría alcanzar el esfuerzo permitido por el monto del primer financiamiento ya en vías de negociación, según entendemos.

Una conclusión general es que todos los venezolanos, unidos, debemos realizar los esfuerzos posibles para darle solución a esta situación, entendiendo que no es fácil ni rápida, habrá aguda resistencia política, será muy costosa, tomarà largo tiempo y necesitarà la cooperación, ayuda, de todo el que estè en posición de prestárnosla, adondequiera que estè. Estamos arriesgando el futuro y es imperante luchar para aclararlo.

Todos los sectores, privados y oficiales, estarán obligados a participar en esta magna operación, cada uno en lo suyo, sin excepción. Ninguno debería  abstenerse.

Sin embargo, es también, igualmente importante, la recuperación mental, la espiritual, ya que esa andanada propagandística durante tantos años ha afectado negativamente a gran cantidad de personas, produciendo innumerables malestares e, incluso, suicidios y casos psiquiàtricos.

La anterior  sería clave fundamental para restituir y crear los millones de puestos de trabajo que necesitamos, vital acompañante de la recuperación económica.

Sin embargo, también estamos obligados a meditar profundamente y decidir adónde nos conducirá esa reconstrucción que clamamos. ¿Será para repetir este experimento nocivo que han querido inyectarnos a la fuerza, o para regresar a los predios anteriores, que nos condujeron a esta tragedia?

Ninguna de las dos, ambas fracasaron, son responsables de esta tragedia. Debemos revisar opciones, hay varias a escoger dentro del campo constitucional, cualquiera es mejor que esta tragedia.

Creemos y merecemos algo mucho mejor, ¿porqué no podría ser tal como Suiza, o Suecia? Diría alguien, muy sabiamente en su momento: “es que no somos suizos”…ni suecos. Empero si esos pueblos supieron y pudieron forjar esos modelos de países, ¿porqué no podriamos nosotros también?

No podemos regresar al pasado. Imposible, sería una tragedia doble. Por lo tanto, es imperativo deliberar y decidir qué tipo de país se puede generar ahora, que fórmula de régimen nos conviene adoptar, para ir  incorporándola, progresando lentamente hasta alcanzar el objetivo buscado de disfrutar algo mucho mejor.

Todos los venezolanos queremos vivir en un país vigoroso, en crecimiento constante, donde haya trabajo suficiente y bien remunerado para todos y, sobre todo, que se rija por la ley y el respeto. Allí es donde todos  desearíamos trabajar y vivir.

Caracas, 18 de abril de 2021

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