Derek Rosa regresó a la corte por segunda vez esta semana. Durante la audiencia, el niño de 13 años, que hasta los momentos se había mostrado frío y sereno, decidió cubrir su rostro de las cámaras.
Rosa escuchó la grabación de su voz con la perturbadora confesión que hizo la misma noche del asesinato y donde reconoció que mató a su madre de 46 puñaladas.
Mientras sonaba cada palabra, el adolescente bajó la cabeza y luego se llevó las manos al rostro para intentar ocultar las lágrimas.
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Su abuela materna, presente en la corte, no pudo disimular la angustia. Lloró, mientras se pasaba una y otra vez las manos por la cabeza con desesperación.
Rosa enfrenta cargos de asesinato en primer grado, por matar a puñaladas a su madre el pasado 12 de octubre en su apartamento de Hialeah. Por el sangriento crimen, que él confesó la misma noche, al niño de 13 años lo juzgan como adulto.
Los escalofriantes detalles de la confesión
Por primera vez la fiscalía mostró, como parte de la evidencia, la grabación de la confesión que Rosa hizo al hablar con el operador del 911.
El perturbador relato causó angustia y desesperación a los presentes en la corte. Derek relató que había apuñalado a su madre en la cara, pecho, abdomen, espalda, cabeza y piernas.
Durante las declaraciones de este jueves se supo también que Derek buscó en internet información sobre “cómo matar a personas con cuchillos”.
¿Cambiarán a Derek Rosas de prisión?
Este jueves 14 de diciembre se desarrolla la audiencia para decidir si Rosa debe permanecer en la prisión para adultos de Metro West o será trasladado a un centro de reclusión juvenil.
Estaba previsto para la semana pasada que la defensa de Rosa presentara sus argumentos ante el magistrado y llamara a varios testigos, según Telemundo.
Sin embargo, el Departamento de Prisiones entregó un gran volumen de documentos y el juez Richard Hersch pospuso la audiencia para dar a los abogados tiempo para prepararse.
Respecto a su estadía en la cárcel de adultos Metrowest del condado Miami-Dade, empleados del sistema de prisiones del condado fueron interrogados.
Afirmaron que Rosa se encuentra en un área de supervisión directa y no tiene contacto con otros presos. Cuando sale, interactúa con el personal, juega y ve televisión.
Además, Rosas viste el uniforme marrón que es para menores, recibe una cantidad limitada de instrucción académica y pasa hasta 20 horas solo en su celda.
El menor sigue sosteniendo que es inocente y aún se desconoce la estrategia de sus abogados para respaldarlo.
Vale destacar que el joven no solo reconoció su crimen al operador del 911, sino que se lo confesó a un amigo, a quien envió una foto del cadáver de su madre, Irina García.
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