Florida vuelve a proponer la prohibición de fumar en la playa

Puedes encontrarlas en el aparcamiento, en la pasarela de subida y bajo la arena de Lido Beach. Ahora, el senador Joe Gruters espera mantener las colillas fuera de la playa de Florida.

“Para mí, lo que queremos son las colillas equivocadas”, dijo el martes por la mañana a Fox13News.

Gruters vuelve a patrocinar un proyecto de ley que permita a los condados y municipios prohibir fumar en las playas públicas, así como en los parques municipales y estatales.

“Son los filtros de estas colillas los que se meten en las narices de las tortugas, los que se recogen, y es todo un asco cuando vas a la playa”, dijo el senador Gruters.

El condado de Sarasota lo intentó hace años en Siesta Beach; una demanda de la ACLU anuló esa prohibición. Otros esfuerzos de Gruters no han logrado pasar por la Legislatura.

El martes, Gruters dijo que una playa limpia no sólo ayuda al medio ambiente, sino que tiene un impacto significativo en la economía local.

“El Dr. Beach ha dicho una y otra vez que las playas que prohíben fumar se clasifican mejor y no hay ninguna razón por la que no debamos dar a las playas de Florida la mejor oportunidad posible de ser las mejor clasificadas”, explicó.

Ocean Conservancy ha descubierto que las colillas superan a cualquier otra contaminación por plástico en la playa.

“Nuestros datos muestran que durante 31 años -años consecutivos- las colillas de cigarrillos son el elemento número uno encontrado en las playas de Florida”, dijo P.J Brooker, director de Conservación de Florida para Ocean Conservancy.

Mantener limpio nuestro entorno no es sólo para nosotros, sino para las generaciones futuras.

“No podemos permitir que esto siga ocurriendo en un solo año cuando limpiamos 200.000 colillas de nuestras playas”, añadió Brooker. “Tenemos que hacer todo lo posible para mantener esas colillas fuera de la playa y del océano”.

Gruters dijo que no prevé una prohibición total de fumar, y sugirió que habría zonas designadas donde los fumadores podrían ir.

En caso de aprobarse, correspondería a las ciudades y condados locales determinar si quieren la prohibición y cómo la harían cumplir.