Garza azul vs serpiente: La impresionante batalla que se libró en Florida

Florida es un estado que cuenta con una gran biodiversidad silvestre. A menudo, la lucha por la supervivencia deja batallas encarnizadas entre ejemplares de diferentes especies. La mayoría de las veces, estos conflictos ocurren en lugares fuera del ojo humano. No obstante, cada cierto tiempo algún fotógrafo dedicado logra captar con su lente imágenes únicas, dignas de enmarcar.

Durante un enfrentamiento salvaje, entre una serpiente y otra especie, es lógico suponer que estos reptiles suelen ganar las batallas. Sin embargo, el Refugio Nacional de Vida Silvestre St. Marks, al sur de Tallahassee, Florida, sirvió de escenario para una pelea en la que el cazador iba a ser cazado.

El fotógrafo George Stinson se encontraba en su camioneta, cuando una peculiar escena le llamó la atención. A unos 40 metros de distancia vio a una garza azul revolcándose entre los juncos del pantano con algo en su boca.

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De inmediato supo que estaba presenciando algo realmente especial. Apuntó su cámara hacia el pájaro y empezó a disparar varias fotografías. “Por lo general, cuando tomas una fotografía como esta, sabes que es buena, porque tu corazón se acelera”, declaró al medio USA Today.

El lente de su cámara estaba capturando una pelea de vida o muerte entre una garza y una serpiente. Resulta que el pájaro vio en el reptil un suculento aperitivo. Aunque debido a su gran tamaño, a menudo no tiene mayores problemas para devorar pequeñas serpientes, en esta ocasión fue diferente.

Las garzas azules son aves de tamaño mediano que pueden medir entre 1,8 a 2 pies. Su dieta carnívora está basada principalmente de peces, anfibios, reptiles y pequeños mamíferos. También pueden comer insectos, crustáceos y moluscos.

Sin embargo, la serpiente, que era de agua, sin veneno e inofensiva, no estaba dispuesta a convertirse en el aperitivo de nadie y a pesar de llevar las de perder, empezó a resistirse. Su estrategia consistió en enrollarse alrededor del pico de la garza, mientras le lanzaba mordiscos para que la soltara.

Después de cuatro minutos, que parecieron una eternidad, ambos animales se cansaron y finalmente se soltaron. El fotógrafo contó que con esa tregua todos salieron ganando, aunque la garza tuvo que retirarse con el estómago vacío.

“Todo lo que podía pensar al hojear las fotos era Guau, es una oportunidad de ganar dinero”, bromeó Stinson.

Antes de dedicarse a la fotografía, George Stinson trabajaba en el Departamento de Ingresos de Florida. Desde que se retiró de su trabajo y se volcó a tiempo completo a esta pasión, ha tenido la oportunidad de recorrer diferentes lugares de todo el mundo y ver situaciones similares e igualmente asombrosas.