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Imputan por homicidio involuntario a padres del autor de tiroteo en Michigan

Los padres del adolescente acusado del tiroteo del martes pasado en una escuela secundaria de Michigan, donde cuatro personas murieron y siete resultaron heridas, fueron imputados este viernes por homicidio involuntario. La fiscal del condado de Oakland (Michigan), Karen McDonald, explicó en una rueda de prensa señaló que James y Jennifer Crumbley, padres de Ethan […]

Por Allan Brito
Imputan por homicidio involuntario a padres del autor de tiroteo en Michigan
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Los padres del adolescente acusado del tiroteo del martes pasado en una escuela secundaria de Michigan, donde cuatro personas murieron y siete resultaron heridas, fueron imputados este viernes por homicidio involuntario.

La fiscal del condado de Oakland (Michigan), Karen McDonald, explicó en una rueda de prensa señaló que James y Jennifer Crumbley, padres de Ethan Crumbley, de 15 años, serán acusados con cuatro cargos cada uno de homicidio involuntario. De ser hallados culpables podrían recibir una condena de hasta quince años de cárcel cada uno.

La fiscal detalló que se les acusará porque el arma fue comprada por el padre estando Ethan presente. Más tarde, el adolescente publicó fotos en sus redes sociales del arma. Incluso la madre escribió mensajes en las redes sociales, donde afirmó que su hijo estaba “probando su nuevo regalo de Navidad”.

McDonald aseguró que los profesores de Ethan notificaron a la madre que su hijo había estado buscando en clase información con su teléfono sobre municiones, sin obtener respuesta. Lo que sí que hizo Jennifer fue tener un intercambio de mensajes de texto con Ethan sobre este asunto, en los que le recomendó que en otra ocasión no dejara que lo pillarán.

Además, la fiscal agregó que los padres guardaban el arma en su dormitorio sin tenerla bajo llave.

El día del suceso, cuando emergieron las noticias de que había un tiroteo activo en el instituto de secundaria Oxford, Jennifer envió un mensaje de texto a su hijo diciéndole “Ethan, no lo hagas”. Luego, el padre llamó al teléfono de emergencias para informar de que su arma había desaparecido y que creía que su hijo era el autor del tiroteo en el centro escolar.

 

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