La otra cara de la migración ilegal: indocumentados pagan fortunas por volar a EE.UU.

La crisis de migración de indocumentados a Estados Unidos continúa en aumento, pese a las más reciente políticas. En los últimos meses se han aprobado nuevas medidas y leyes para prevenir la entrada ilegal al país. Sin embargo, los traficantes consiguen nuevas maneras para poder pasar personas “de un lado al otro”.

Las autoridades en Texas han puesto el foco en una inesperada y audaz forma de tráfico de migrantes, que está desafiando los métodos tradicionales de contrabando. En esta nueva modalidad, indocumentados de gran poder adquisitivo pagan hasta $10,000 para llegar al país.

Abordan aviones privados que los llevan a sus destinos finales en Estados Unidos. Esto, según las más recientes investigaciones del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS).

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El modus operandi incluye el cruce por la frontera utilizando las modalidades tradicionales. Una vez dentro del país, son escondidos en aeropuertos pequeños, para luego trasladarse en jets privados. Este intrigante enfoque ha activado las alarmas de las fuerzas del orden, que se enfrentan al reto de controlar y enfrentar esta creciente tendencia.

En entrevista con Univisión, el sargento de la DPS, Erick Estrada, explicó que el Departamento, ha logrado detectar vuelos con destino a Dallas y Huston. Estos indocumentados llegan a hacer hasta dos viajes. El primero llevarían a los migrantes a un destino dentro de Texas y el segundo, más al norte del país.

Consideró que quienes los hacen, son indocumentados con recursos financieros significativos. Las tarifas van desde los $10,000 hasta los $12,000. Los aviones no solo proporcionan una vía alternativa y aparentemente discreta de ingreso a Estados Unidos, sino que también acortan drásticamente el tiempo y la exposición en comparación con los viajes por tierra.

Numerosos viajes

Uno de los casos más recientes ocurrió en mayo, en el Valle de Río Grande. Allí, las autoridades fronterizas detuvieron a dos pilotos y cuatro indocumentados. El sargento Estrada contó que se han detenido vuelos con niños, desconocidos y hasta familias enteras.

El primer vuelo detectado ocurrió al azar. Fue gracias a un agente que vio actividad sospechosa en un aeropuerto privado. Al parecer, no reconocía a los pilotos del avión, por lo que comenzó a hacerles preguntas. Al dudar de la cantidad de viajeros que iban en el jet, investigó y se dio cuenta que se trataba de indocumentados.

El surgimiento de esta modalidad plantea una serie de desafíos para las autoridades. Ahora, las fuerzas del orden se enfrentan con la compleja tarea de detectar y prevenir el uso de aviones privados para cruzar la frontera ilegalmente.