La noche del lunes 26 de febrero un hombre estaba merodeando por los alrededores de un condominio en Venetian Islands, Miami. De acuerdo con las declaraciones de vecinos, el extraño estaba caminando por el área sin camisa y llevaba en sus manos una botella de vodka. Su actitud sospechosa alertó a los residentes, especialmente a uno que no tardó en notar que había cometido un robo.
Jay Bruns recibió la llamada de una vecina esa noche, quien le comentó sobre la presencia del hombre en el lugar. La mujer le pidió que la acompañara hasta la entrada de su residencia, porque no se sentía segura.
Al acompañar a su vecina, Bruns logró ver al sospechoso y le ordenó que se retirara. Sin embargo, al volver a su propiedad se dio cuenta que habían abierto su camioneta. Revisó mejor y se dio cuenta que faltaban algunas herramientas, su billetera y otros artículos.
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En el suelo cerca de la zona donde vieron al sospechoso estaban tirados un instrumento de engarce hidráulico y un taladro. Luego de esto, la víctima de robo llamó a la policía, pero al mismo tiempo se subió a su vehículo para conducir por la zona en caso de ver al ladrón.
Logró avistarlo en un parque cercano con la ayuda de una linterna, pero cuando llegó la policía al lugar ya el hombre había escapado. De modo que solo pudo hacer la denuncia formal y regresar a casa.
La señal de un rastreador tras el robo
Bruns regresó a su casa y un rato más tarde comenzó a escuchar un aviso en su celular. Al revisarlo recordó que dentro de su billetera tenía un dispositivo rastreador que comenzó a funcionar sobre algunos elementos.
El aparato le dio una ubicación en Overtown, 14th Street en Miami Avenue e inmediatamente se subió a su vehículo para ir hasta allá. Llegó y el hombre estaba justo donde indicó el GPS, por lo que llamó a un oficial de policía cercano para pedirle ayuda.
Le comentó que el sospechoso estaba usando sus pantalones, zapatos y camisa y finalmente pudo convencer al oficial que ese hombre tenía sus pertenencias. Según su declaración, además de su billetera también se había llevado su pasaporte y tarjetas de crédito.
Como si se tratara de una demostración, Bruns le indicó al oficial que presionaría un botón en su teléfono y cuando lo hizo, comenzó a salir un ruido desde el bolsillo del sospechoso. Justo ahí estaba la billetera en cuestión.
Gracias a esta prueba indiscutible, la policía de Miami ejecutó el arresto de Moisés Gómez, de 41 años de edad. El hombre es un delincuente convicto, que recién en noviembre salió de prisión por cometer un robo a mano armada.
Ahora enfrenta un cargo de robo y posesión ilegal de tarjetas de crédito. Se encuentra bajo custodia en la cárcel del condado de Miami-Dade.
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