Hay sucesos que parecieran sacados de una película de terror o quizá es lo que uno desearía, que todo fuera una ficción y no la realidad. Esto especialmente, cuando se trata de casos de agresión física y mental hacia niños indefensos por parte de sus propios padres.
Uno de estos lamentables hechos fue reportado el martes 27 de febrero en la ciudad de Seffner, al este de Tampa en Florida. Una llamada anónima pidió la visita de bienestar en una residencia en Preserve at Sabal Park Apartments.
Los agentes del condado de Hillsborough y los investigadores del Departamento de Servicios para Niños y Familias se apresuraron a la vivienda y tras una evaluación encontraron un desgarrador ambiente familiar.
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Uno de los niños que habitaba en el lugar exhibía signos evidentes de angustia, incluyendo temblores y llanto. Además, presentaba un hematoma en la mejilla de aproximadamente cinco centímetros.
Cuando se le preguntó sobre la causa de la lesión, el pequeño indicó con dubitación que su madre Karyn S. Parrish, de 28 años de edad, era responsable, declarando: “Tal vez mi mamá. Tal vez me estaba abofeteando”, según reseñó Diario NY.
Durante la investigación, los oficiales revelaron que Parrish admitió haber abofeteado al niño al menos tres veces con la palma de su mano derecha.
El panorama se puso aun más espeluznante cuando los oficiales encontraron varios videos perturbadores en el teléfono celular de la agresora. En uno de ellos, se puede escuchar a la madre riéndose y alentando a otro de sus hijos a agredir con una correa a la víctima, diciendo: “Golpea más fuerte. Golpea fuerte, cariño. Dale una paliza al diablo astuto”.
En otra de las grabaciones, se le puede ver a Parrish cortándole el cabello al pequeño agredido, entre burlas, risas y amenazas de ser “torturado” por 8 horas.
Estas acciones resultaron en la detención de la mujer, quien ahora se enfrenta a un cargo de delito grave de abuso infantil en su contra.
“Absolutamente desgarrador”
La situación fue calificada por el sheriff del condado de Hillsborough, Chad Chronister, como “absolutamente desgarrador e incomprensible tener un caso como este, en el que una madre inflige un trato tan horrible a sus propios hijos”.
Aunque hasta el momento se desconoce el sexo, las edades y la cantidad de niños que estaban a cargo de Parrish, todos fueron puestos en custodia de un familiar.
En su primera audiencia ante la jueza del Tribunal de Circuito del Condado de Hillsborough, Catherine M. Catlin, se le asignó una fianza de 7.500 dólares y se le prohibió tener contacto con la víctima o cualquiera de sus hijos, en caso de quedar en libertad.
“Me duele el corazón por estos niños pequeños e inocentes”, agregó Chronister, según Local 12.
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