Edda Castillo, madre venezolana, denunció que el día 13 de septiembre de 2022 a las 2.45 pm aproximadamente, su hijo Luis Manuel Robles del noveno grado de la West Broward High School de Pembroke Pines, Florida; fue agredido brutalmente dentro de las instalaciones del plantel, mientras se dirigía a la parada del autobús.
La agresión se debió a que “venía hablando español” con un compañero de clases, a pesar de ser una residente permanente de este país, ella se siente ofendida e inquieta por el actuar de la institución y las autoridades pertinentes.
“Luis Manuel se conoce entre sus compañeros por ser un buen estudiante y entrena natación en el equipo de Blue Marlins Hialeah Gardens, donde también tiene grandes amigos y nunca se había visto en una situación como esta”.
contexto: la víctima es mi primo de 13 años Luis Manuel (hijo de mi prima), venezolano, viven en Florida, allí estudia. el martes pasado otro alumno decidió violentar físicamente en su contra porque estaba hablando en español. la escuela dijo que “solo son cosas de adolescentes”. pic.twitter.com/r2puO5wTnw
— 🫶🏼 (@iMonika) September 21, 2022
Los hechos denunciados por una madre venezolana
El pasado martes, Luis Manuel iba caminando con un compañero a la parada del autobús cuando un estudiante de la misma institución, pero desconocido para Luis, comenzó a ofenderlo alegando que Luis estaba insultando en español.
Según las autoridades, quienes tuvieron acceso a los videos de seguridad de la institución, el agresor comenzó una discusión con mi hijo donde lo empuja aproximadamente tres veces, siendo la única reacción de Luis dar un paso atrás para evitar problemas.
Sin embargo, esto parece no ser suficiente para el agresor, quien al no conseguir que mi hijo peleara con él, se le lanzó encima y comenzó a golpearlo de una forma brutal.
Dolor de una madre venezolana
Los sentimientos de una madre son infinitos ante una situación así, el temor a que algo le pueda pasar a nuestros hijos es algo que siempre nos acompaña, pero cuando tenemos que vivirlo es otra cosa.
La presión y el dolor que sentimos en el pecho cuando escuchamos los gritos de nuestros hijos de dolor y desesperación, nos hace sentirnos débiles e indefensas. Hoy me siento así: débil, indefensa y con muchísimo miedo.
Cuando Luis se comunica conmigo y me dijo lo que pasó, no lo podía creer.
Llegué a pensar que era algo menos complicado de lo que mi hijo me estaba diciendo, pero cuando iba manejando a la escuela comenzaron a llegarme videos, llamadas y mensajes de todos sus compañeros de clases y las madres de algunos compañeros, a quienes les agradezco de corazón que se hayan preocupado tanto por él.
Algunas madres permanecieron en la institución, mientras yo llegaba de mi trabajo.
Definitivamente la madres LATINAS y en especial las VENEZOLANAS, somo otros nivel.
Mi hijo golpeado
Impresionada por los videos, llego a la escuela de mi hijo de donde ya se había retirado el personal de salud del 911.
La impresión de ver a mi hijo golpeado ha sido uno de los momentos más duros que me ha tocado vivir.
Luis Manuel fue trasladado por mi personal al “Memorial Hospital Miramar”, donde fue atendido rápidamente y con mucha mística de trabajo.
El personal del hospital me ayudó a denunciar lo sucedido en la escuela.
El personal del hospital y los policías que asistieron a tomar las declaraciones se comportaron de una forma muy eficiente.
Solicita ayuda legal
Al día siguiente, la madre acudió a la institución. Y un funcionario policial le preguntó si estaba segura de poner una denuncia.
La madre del agresor la había amenazado: “Si yo colocaba cargos contra su hijo, ellos lo harían en contra del mío, alegando que Luis había insultado a su hijo y le había hecho bullying”.
Luis no ha compartido con el agresor, no ven clases juntos, no agarran el mismo autobús, no están juntos en el lunch. “Luis no tuvo momento para hacerle ningún tipo de bullying a este criminal, por lo cual, simplemente decidí responder: Dígale a la señora que nos vemos en la Corte”
“Llena de miedo, pero decidida como buena madre venezolana, hoy acudo a ustedes para que me ayuden a conseguir apoyo, aunque mucha gente no lo crea, no consigo abogado, tengo miedo y me siento sola. Tengo a mi esposo y a mi hijo, pero el temor de verme en un lugar que no conozco, me tiene invadida”.
“Gracias a Dios, las lesiones no fueron de gravedad, ha podido reincorporarse a sus actividades académicas, aunque con mucho miedo. Ha sido difícil, pero nada es más grande que ninguno de nosotros”.
El teléfono de Edda Castillo para cualquier ayuda o asesoría legal que le puedan prestar es el 954-5587802
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