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Masacre de familia mormona estadounidense en México: Un detenido y acusaciones de encubrimiento e inacción de las autoridades (+videos)

La Fiscalía del estado mexicano de Chihuahua detuvo este martes a una persona armada que presuntamente participó en el ataque a la familia estadounidense mormona LeBarón, en el que murieron nueve y seis  resultaron heridos. Por Redacción MiamiDiario Un presunto narcotraficante fue arrestado y está bajo investigación por la masacre de nueve estadounidenses, incluidas tres […]

Por Allan Brito
Masacre de familia mormona estadounidense en México: Un detenido y acusaciones de encubrimiento e inacción de las autoridades (+videos)
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La Fiscalía del estado mexicano de Chihuahua detuvo este martes a una persona armada que presuntamente participó en el ataque a la familia estadounidense mormona LeBarón, en el que murieron nueve y seis  resultaron heridos.

Por Redacción MiamiDiario

Un presunto narcotraficante fue arrestado y está bajo investigación por la masacre de nueve estadounidenses, incluidas tres madres y seis niños, después de que la familia mormona fuera emboscada en el norte de México por hombres armados  presuntamente de algún cartel. 

El sospechoso fue encontrado el martes por la noche en la ciudad de Agua Prieta, justo en la frontera con el estado estadounidense de Arizona, y tenía a dos rehenes amordazados y atados dentro de un vehículo, informó la Agencia de Investigación Criminal.

Las autoridades dijeron que el sospechoso, cuyo nombre o género no ha sido revelado, también fue encontrado en posesión de cuatro rifles de asalto y municiones, así como varios vehículos grandes, incluido un SUV a prueba de balas.

No se cree que los rehenes estén relacionados con las nueve víctimas de la familia LeBaron que fueron asesinadas el lunes mientras viajaban en un convoy de tres SUV en un camino de tierra en el estado de Sonora.

Los investigadores todavía están tratando de determinar si el sospechoso está relacionado con los brutales  asesinatos brutales.

Mujeres y niños

El fiscal estatal, César Peniche Espejel confirmó la muerte de tres mujeres y seis niños, incluidos dos bebés de seis meses de edad que fueron calcinados.

Aparentemente, todas las víctimas estaban relacionadas con la extensa familia LeBaron en Chihuahua, cuyos miembros se han enfrentado a los narcotraficantes a lo largo de los años.  Benjamin LeBaron, un activista contra el crimen que fundó patrullas vecinales contra los carteles, fue asesinado en 2009.

La caravana familiar de la comunidad mormona, viajaba hacia el municipio de Janos, Chihuahua, donde fueron emboscados en los límites con el estado de Sonora.

Las tres mujeres y los 14 menores de edad transitaban por un terraplén que comunica ambas entidades para llegar a la municipalidad mencionada y después tomar la carretera federal con destino a Phoenix, Arizona, en Estados Unidos, donde se encontrarían con el padre de la familia.

La agresión ocurrió cuando la caravana se detuvo para cambiar un neumático de uno de los vehículos, informó el activista Julián LeBarón, primo de una de las mujeres víctimas.

Algunas de las víctimas fueron identificadas como la señora Rhonita LeBarón y sus hijos Howard Jr., de ocho años, Krystal de seis años, y los gemelos Titus y Tiana de seis meses de edad.

Más tarde encontraron viva en las serranías del lugar una niña que había sido dada por desaparecida. La Fiscalía no dio datos de la persona detenida.

¿Confusión en la guerra de carteles?

Las autoridades han dicho que los pistoleros del cartel pueden haber confundido los grandes SUV del grupo con los de una pandilla rival en medio de una guerra territorial violenta.

Aparentemente, los asesinos eran miembros del cártel de la droga de Juárez y su ala armada, La Líinea, ‘The Line’, cuyos pistoleros habían entrado en el territorio del cartel de Sinaloa y establecieron un puesto de avanzada armado en la cima de una colina y una emboscada en el camino. 

El cartel de Sinaloa fue encabezado anteriormente por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. El área donde ocurrió el ataque está dominada por una rama del cartel de Sinaloa llamada Jaguars.

El cartel de Juárez aparentemente quería enviar un mensaje de que controlaba el camino a Chihuahua. Fue esta fuerza de invasión la que atacó a las madres estadounidenses y sus tres vehículos.

Fue solo después de que el primer vehículo fue baleado e incendiado que 50 o 60 hombres armados del cartel de Sinaloa se presentaron para ver qué había sucedido.

Pero no es la crueldad del cartel, sino la valentía, la inocencia y el sacrificio de las víctimas que los familiares quieren recordar.

La comunidad LeBarón

Las víctimas vivían en el estado de Sonora, a unas 70 millas al sur de Douglas, Arizona, en la aldea de La Mora, que fue fundada hace décadas por una rama de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Muchos residentes de La Mora se llaman a sí mismos mormones pero no están afiliados a ninguna iglesia.

Varias de estas comunidades agrícolas estadounidenses se agrupan alrededor de la frontera del estado de Chihuahua-Sonora. Muchos miembros nacieron en México y tienen doble ciudadanía. Mientras que algunos de los grupos fragmentados fueron alguna vez polígamos, muchos ya no lo son.

Las víctimas

Las víctimas habían salido de su hogar en tres SUV.

Miembros de la familia dicen que Rhonita conducía con sus hijos a Phoenix, Arizona, para recoger a su esposo en el aeropuerto luego de su viaje de trabajo.

Christina y Dawna viajaban con sus propios hijos y se dirigían a ver a una familia en el estado de Chihuahua para una boda que estaba programada para el viernes, dijeron familiares a DailyMail.com. 

Las madres conducían en vehículos separados con sus hijos de la comunidad religiosa de La Mora donde viven, que es un asentamiento de décadas de antigüedad en el estado de Sonora fundado como parte de una rama de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Rhonita Miller y cuatro de sus hijos, sus gemelos de seis meses, Titus y Tiana, su hija de 10 años Krystal y su hijo Howard de 12 años, fueron asesinados.

Otras dos madres, Dawna Langford y Christina Langford Johnson, así como los hijos de Dawna, Trevor, de 11 años, y Rogan, de 3, también fueron asesinados.

Los sobrevivientes

Ocho niños, algunos recién nacidos, sobrevivieron a la emboscada.

Esos niños sobrevivientes no solo escaparon de los pistoleros del cartel de la droga que mataron a sus madres, sino que lograron esconderse en la maleza durante horas hasta que llegó la ayuda.

Devin, el hijo de Dawna de 13 años, cubrió a sus hermanos heridos con ramas para esconderlos antes de caminar 13 millas para obtener ayuda de familiares en La Mora.

Los familiares dicen que llegó a la comunidad seis horas después. Miembros de la familia alertaron a las autoridades antes de armarse con armas para salir a buscar a los niños heridos. 

Los cinco niños heridos sufrieron heridas tan graves que las autoridades mexicanas los llevaron a la frontera en un helicóptero militar para recibir atención hospitalaria en los Estados Unidos. Los funcionarios de salud del estado de Sonora dijeron que estaban “estables” en el momento de la transferencia.

Otros tres niños que no resultaron heridos están bajo el cuidado de familiares en La Mora.

Tarde de terror

A raíz de la tragedia, surgieron detalles desgarradores del ataque, incluida la forma en que Christina de pensamiento rápido logró salvar la vida de sus hijos. 

Christina escondió a su bebé Faith, de siete meses, en el piso de su Suburban y salió del vehículo, agitando los brazos para mostrar a los pistoleros que no era una amenaza.

Es posible que se haya alejado del vehículo para distraer su atención porque su cuerpo acribillado a balazos fue encontrado a unos 15 metros del SUV.

El bebé fue encontrado ileso y todavía en su asiento de seguridad en el piso del asiento trasero del SUV cuando los miembros de la familia llegaron a la escena horas después.

Desde entonces se ha reunido con su padre Tyler Johnson. 

Lo que pasaron los niños en el área remota y montañosa del estado de Sonora es casi indescriptible.

Kendra Miller, un pariente, dijo en un relato de los tiroteos que Devin Langford, de 13 años, era uno de los pocos jóvenes ilesos y rápidamente se hizo cargo, y finalmente regresó a La Mora en busca de ayuda.

“Después de presenciar la muerte a tiros de su madre y sus hermanos, Devin escondió a sus otros seis hermanos en los arbustos y los cubrió con ramas para mantenerlos a salvo mientras buscaba ayuda”, según el relato.

“Cuando tardó demasiado en regresar, su hermana de 9 años dejó a los cinco restantes para volver a intentarlo”.

Esa niña, Mckenzie Rayne Langford, caminó durante horas en la oscuridad antes de ser encontrada varias horas después de que los otros niños fueron rescatados. Ella fue catalogada como desaparecida por un tiempo.

En total, los niños estuvieron solos desde aproximadamente la 1 p.m., cuando comenzó la emboscada, hasta aproximadamente las 7:30 p.m., cuando fueron rescatados.

La agonía

Los familiares de La Mora intentaron contactarlos antes de eso, pero fueron rechazados por los disparos. El área es el sitio de una guerra territorial de cárteles.

En las grabaciones de las llamadas entre los rescatistas, se les puede escuchar debatiendo si era mejor arriesgar más vidas o esperar una o dos horas hasta que llegaran las tropas del ejército mexicano. Fue una decisión agonizante.

Lo que vieron cuando encontraron a los niños fue aterrador.

El hijo de ocho años de Dawna, Cody Greyson Langford, recibió un disparo en la mandíbula y la pierna. Su hija Kylie, de 14 años, recibió un disparo en el pie y Xander, de cuatro años, recibió un disparo en la espalda.

Brixon, un niño de nueve meses, sufrió una herida de bala en el pecho. Su hijo Jake fue encontrado herido en el mismo lugar, pero no está claro cuáles son sus heridas.

Julián LeBarón: “nadie nos ayudó ¿a quién encubren?”

La comunidad LeBarón exige a las autoridades estatales y federales que el ataque no quede impune, como los miles de casos que se registran en el país. “Esto que hicieron no tiene nombre, fue un atentado a todas las familias del país.
Sabemos que hay pugna entre los cárteles de por aquí, entre Chihuahua y Sonora, pero eso no se vale”.

Julián Le Barón deja claro que desde 2009 su familia cuenta con protección federal, pero que en el momento del ataque sus seres queridos no estaban acompañados, puesto que éste tuvo lugar en un camino de terracería en la frontera entre Sonora y Chihuahua.

“Todavía no lo podemos creer, quién le puede disparar a mujeres y a niños que no tenían armas. Estaban indefensos, no había motivo para hacerles eso. Creemos que no les dieron tiempo de nada, les dispararon luego, luego, a quemarropa, y luego no sé si le prendieron fuego [a la camioneta] o por las balas se incendió. Ahora tenemos el problema de todos los niños que sobrevivieron, los estamos tratando”, dice el activista vía telefónica a El Universal.

Dice  que desconoce quiénes fueron los agresores y su motivo, pero no descarta que hayan sido miembros del crimen organizado. Al tiempo que manifestó su decepción ante las medidas de seguridad implementadas por las actuales administraciones locales y federales.

Según LeBarón nadie quiso apoyarlos para auxiliar a sus familiares. Ninguna corporación policiaca los acompañó al lugar, fue la misma comunidad LeBarón la que salió al rescate, pero ya era demasiado tarde. El daño ya estaba hecho.

“Nosotros fuimos los que llegamos a las camionetas baleadas, lo denunciamos desde ayer [lunes] en la mañana y fuimos nosotros mismos los que llevamos a las autoridades al incidente, porque ni la fiscalía de Chihuahua ni la de Sonora se movieron. No sabemos si fue por miedo, porque son cobardes o [porque] encubren a los delincuentes,- sostiene.- Fuimos nosotros quienes llegamos con apoyo de la Policía Federal y elementos del Ejército. Cuando llegamos, yo mismo encontré con vida a la bebé de Christina (…) Vimos que estaba baleada toda la camioneta, pero gracias a Dios salió ilesa”, relata.

Pide tiempo para asimilar el hecho: “No sabemos qué vamos a hacer o qué sigue”.

Comenta que la comunidad no tiene pensado cambiar de residencia y seguirá defendiendo su territorio. Tras los funerales, no descartan movilizaciones, pues juraron a sus muertos que su crimen no quedará impune.

“Nosotros vamos a aceptar ayuda de los aliens, si es necesario, para resolver esto, queremos saber quiénes son, por qué hicieron eso, es lo que importa ahora. Queremos saber quiénes los solapan, quiénes los protegen, porque si no se resuelve esto, nunca va a estar tranquilo el país. Nosotros como sociedad podemos poner contra la pared a la autoridad… y esto puede ser el límite”, puntualiza.

¿Sinaloa o Los Jaguares?

El posible grupo criminal responsable de la masacre a los miembros de la familia LeBarón en Bavispe, Sonora, es “Los Jaguares”, afirmó César Augusto Peniche, fiscal de Chihuahua.

En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, el fiscal detalló que la zona donde la familia fue atacada es conocida por sus múltiples enfrentamientos entre narcotraficantes que buscan ganar la “plaza” de la frontera norte con Estados Unidos y quienes la dominan en estos momentos son “Los Jaguares”.

Explicó además que, una de las tierras conocidas como “más calientes” de la zona noroeste del país se encuentra en todo el territorio colindante entre Sonora y Chihuahua.

Explicó además que, una de las tierras conocidas como “más calientes” de la zona noroeste del país se encuentra en todo el territorio colindante entre Sonora y Chihuahua.

Detalló que, en ese lugar, las disputas entre los cárteles de Sinaloa, Nueva Línea, Los Salazar y el Nueva Generación ha aumentado en los últimos años por su fragmentación obligada por la captura de sus grandes capos.

De acuerdo con el fiscal de Chihuahua, “Los Jaguares” son una subdivisión del Cártel de Sinaloa, y consideró además que la tragedia es resultado de las disputas entre estos grupos criminales, por lo que el gobierno de Sonora debe investigar a los grupos criminales y sus enfrentamientos para encontrar a los culpables.

En tanto, César Augusto Peniche informó que está cooperando con el gobierno de Sonora y el poder federal para encontrar a los responsables y aseguró contar con información de que parece existir un detenido en Sonora con armamento.

El fiscal estatal enfatizó que se mantendrán todos los operativos e investigaciones para dar con los responsables.

Fuentes: El Exelsior, El Universal, Daily Mail, Agencias

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