Tener un arma en una casa con niños pequeños conlleva una gran responsabilidad. Cualquier descuido podría terminar en una tragedia, por lo que la obligación de los poseedores de cualquier armamento es siempre resguardarlo en un lugar inaccesible para los menores.
Una familia de Homestead comprobó en carne propia que un día tranquilo podía convertirse en fatídico en cuestión de segundos, cuando en una misma vivienda habita una persona irresponsable y una niña de 3 años sin supervisión.
Orlando Young, de 23 años, había llegado a la casa de su familiar, ubicada en 11225 SW 220th Terrace, hace algunos días. Durante el domingo 24 de septiembre, el hombre tenía toda su atención puesta en un partido de fútbol americano y no se percató de que había dejado su arma en el sofá de la casa.
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A través de un video de vigilancia obtenido por la Policía de Miami-Dade, se puede ver cómo en un momento la niña, llamada Serenity, estaba jugando por toda la sala y de pronto centra su atención en la pistola. Young había dejado el arma cargada, informó Wsvn.
Una tragedia en sus propias narices
Aunque el joven estaba a menos de dos metros, solo estaba pendiente de su portátil, viendo el juego. En la sala, también había una mujer discapacitada que no podía moverse y un niño de aproximadamente 6 años. En una habitación, estaba otra mujer adulta.
Cuando la menor empezó a manipularla no tardó mucho tiempo en dispararla, causándose una herida en la mano derecha.
Al escuchar el sonido del disparo, otras dos personas más ingresan corriendo a la sala, donde hallaron a la niña de tres años herida. El informe policial reseñó que la trasladaron al Hospital Homestead y luego trasladada al Nicklaus Children’s Hospital donde decidieron hospitalizarla. En el centro de salud le tuvieron que colocar un dedo severamente afectado por la bala.
Asimismo, trascendió que tanto Serenity como su hermanito quedaron traumatizados por lo ocurrido. Ambos niños están recibiendo atención especializada.
Arresto por manejo irresponsable de armas
Por otra parte, la policía decidió arrestar a Orlando Young, quien estaba a cargo de la niña y era propietario del arma.
Young declaró que ese día le preparó el desayuno a la menor, como solía hacer. Posteriormente, se puso a ver el partido de fútbol americano, mientras tenía el arma junto a él. Sin embargo, se emocionó mucho al momento de un touchdown y salió de la habitación a celebrar, minutos en los cuales se desarrolló todo.
El sujeto enfrenta cargos de negligencia infantil con la agravante de grandes daños corporales. Además, se le imputaron cargos adicionales por golpear a otro recluso.
El Departamento de Niños y Familias (DCF) informó que está llevando a cabo una investigación sobre el entorno familiar.
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