Una serie de denuncias hechas por distintas mujeres llevó al arresto de Alba Agenbroad la noche del lunes 22 de enero, acusada de dirigir una red de tráfico sexual en Miami Beach. La acusada, oriunda de Perú y de 43 años de edad, se aprovechaba de mujeres vulnerables sin estatus migratorios para prostituirlas en la ciudad.
Al menos tres de sus víctimas denunciaron a la mujer con acusaciones similares, tal como reposa en el informe de arresto. Una de las afectadas fue una colombiana de 32 años de edad que estaba en el país junto a su hija y sin autorización. Una publicación de Facebook solicitando masajista la atrajo, porque estaba certificada para este oficio en su país de origen.
Sin embargo, todo era una fachada para llevar a cabo el oficio de prostitución en un departamento de Michigan Avenue. Una vez que las mujeres caían en la estafa, se veían impedidas de renunciar porque la acusada las amenazaba con reportarlas a inmigración.
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Esta situación se repitió desde octubre de 2021 hasta marzo de 2023 y las denuncias reportaban el mismo modus operandi de “Eva”, el alias con el que se hacía llamar Agenbroad.
Adicionalmente las víctimas señalaron que la mujer se refería a ellas como sus “esclavas”. Los actos de tráfico humano se extendieron por distintos apartamentos de South Beach.
Más detalles de la red
La acusada operaba una trama de prostitución desde apartamentos ubicados cerca de Lincoln Road. Utilizaba la plataforma Zelle para recibir los pagos y usaba sitios como Eros, Adult Search y Sexy Friends Miami para hacer marketing de sus servicios.
Agenbroad atraía a sus víctimas con un post de Facebook titulado “Masajes de Eva” donde supuestamente contrataba a personas para hacer drenajes linfáticos y otros tratamientos afines. La mujer inspiraba confianza ya que tenía una licencia vigente como terapeuta de masajes del Departamento de Salud de Florida.
Además, era agente registrada de The Sublime Spa, una corporación registrada en un edificio residencial en Michigan Avenue.
Una vez que la acusada lograba tener la confianza de sus víctimas y les ofrecía buenos pagos y vivienda, comenzaba el “verdadero” oficio. En principio las sesiones iniciaban como un masaje normal, que luego trascendía a peticiones sexuales que la mujeres se veían obligadas a cumplir.
Si las víctimas se negaban, se valía de su estatus como estadounidenses para amenazarlas con denunciarlas. Según “Eva”, diría a las autoridades que las mujeres llegaron al país para prostituirse junto a sus hijas. Al tener credenciales, les aseguraba que le creerían a ella por encima de todo.
No solo las prostituía bajo intimidación de reportarlas a las autoridades de inmigración, sino que e quedaba con el 60 % de lo que pagaban los clientes. Para realizar las interacciones les daba a las mujeres batas quirúrgicas, condones, toallas, mantas y gel para masajes.
Otro de los señalamientos contra Agenbroad, fue que se ofreció a tomar fotos de la hija de 9 años de una de sus “esclavas”. Según su versión, solo quería ayudarla a entrar al mundo del modelaje, pero la madre de la menor temió que usara las imágenes para ofrecer los servicios de la niña.
Bajo custodia en Miami
Luego de explotar sexualmente a sus víctimas por casi tres años, las respectivas denuncias abrieron paso a una investigación. Debido a los avances de las autoridades, a la mujer no le quedó otra opción que entregarse de forma voluntaria.
El lunes 22 de enero cerca de las 7 de la noche, Agenbroad llegó a la estación del Departamento de Policía de Miami Beach, ubicada en Washington Avenue. Poco más de una hora después, agentes del condado de Miami-Dade la ficharon en el Centro Correccional Turner Guilford Knight.
La mujer está enfrentando actualmente cinco casos pendientes en la corte del condado, tres de ellos sobre órdenes judiciales.
El martes 23 de enero se presentó ante el tribunal de fianzas, en donde le negaron este beneficio. De acuerdo con el registro, se sumaron a la investigación dos nuevos casos de trata de personas y prostitución.
Las autoridades no descartan que haya más víctimas de Agenbroad. En ese sentido instaron a la comunidad a comunicarse con la línea de Crime Stoppers del condado de Miami-Dade al 305-471-8477, para brindar cualquier información sobre el caso.
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