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Policía australiana arresta a sospechoso de asesinato de mujer israelí en Melbourne

Detectives de homicidios arrestaron a un hombre de 20 años como parte de una investigación sobre el asesinato de Aiia Maasarwe, de 21 años, cuyo cadáver fue encontrado por transeúntes cerca de la Universidad de La Trobe la madrugada del miércoles. Agencias de noticias Israel Hayom Un hombre de 20 años fue arrestado por el […]

Por Allan Brito
Policía australiana arresta a sospechoso de asesinato de mujer israelí en Melbourne
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Detectives de homicidios arrestaron a un hombre de 20 años como parte de una investigación sobre el asesinato de Aiia Maasarwe, de 21 años, cuyo cadáver fue encontrado por transeúntes cerca de la Universidad de La Trobe la madrugada del miércoles.

Agencias de noticias Israel Hayom

Un hombre de 20 años fue arrestado por el asesinato de un estudiante universitaria israelí que caminaba a su casa después de una noche con amigos en Melbourne, la segunda ciudad más grande de Australia, informó la policía el viernes (18.01.2019).

La policía del estado de Victoria en un comunicado informó que los detectives de homicidios detuvieron al hombre como parte de una investigación sobre el asesinato de Aiia Maasarwe, de 21 años, cuyo cuerpo fue encontrado por transeúntes cerca de la Universidad de La Trobe el miércoles temprano.

No se revelaron otros detalles sobre el hombre. El arresto se produjo horas antes de la vigilia de Maasarwe, a la que se esperaba que asistieran miles de personas.

Maasarwe fue atacada cuando regresaba al campus de la universidad en el noreste de Melbourne, donde había estado en un programa de estudios en el extranjero, después de ver un programa de comedia.

El inspector detective Andrew Stamper dijo que murió el miércoles a las 12:10 am poco después de que se bajó de un tren en el suburbio de Bundoora.

Maasarwe estaba conversando con su hermana cuando fue atacada en su camino a casa desde un club de comedia, dijo Stamper. La hermana “escuchó el sonido del teléfono cayendo al suelo, ella escuchó algunas voces y eso fue todo”, dijo.

“Este fue un ataque absolutamente horrible, infligido a una joven completamente inocente que visitó nuestra ciudad”, agregó el detective Stamper.

Su tío, Abed Kittani, le dijo a Australian Broadcasting que la hermana de Maasarve “escuchó que pasaban los autos y que estaba indefensa, que no podía hacer nada”. La hermana envió mensajes, pero no hubo respuesta. “En lugar de volver a casa con un diploma, ella regresará en un ataúd”, dijo Kittani.

“No podemos creer que algo como esto sucedió en Australia, creemos que es muy seguro allí”, dijo tro tío, Rame Maasarwe.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, ofreció a la familia de Maasarwe sus sinceras condolencias. “Debemos permanecer vigilantes (…) Estoy tan enfermo por el ataque y francamente perturbado por él, ya que estoy seguro de que los australianos están por todo el país”, dijo Morrison a periodistas en Fiji, donde estaba terminando una gira por el Pacífico.

Dijo que su gobierno de coalición de centro-derecha anunciaría otro “plan de acción” para frenar la violencia contra las mujeres antes de las elecciones previstas para mayo, además de A $ 350 millones ($ 252 millones) que ya se han comprometido.

El padre de Maasarwe está en Melbourne, pero no estaba claro si asistiría a la vigilia. La gente ya comenzó a depositar flores en un santuario improvisado que surgió en un parque cerca de un centro comercial donde se encontró su cuerpo.

Aiia Maasarwe creció en Baqa al-Gharbiyye, una ciudad mayoritariamente árabe en el distrito Haifa de Israel, antes de mudarse a China para estudiar en la Universidad de Shanghai. Su padre tenía un negocio en China, informaron medios australianos.

Maasarwe fue la segunda mujer asesinada en circunstancias similares en Melbourne en siete meses. Su muerte ha generado indignación. Hace poco se reguistró el caso de Eurydice Dixon, de 22 años de edad, asesinada mientras caminaba a su casa en junio.

Las muertes han alimentado una creciente sensación de frustración, especialmente por parte de las mujeres.

“Nada cambiará hasta que nosotros también cambiemos. Hasta que dejemos de culpar a los ‘hombres malos’, mientras ignoramos las actitudes sexistas en nuestra sociedad que los crearon”, dijo el primer ministro victoriano Daniel Andrews.

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