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Primer Coloquio del Presidio Cubano

Para Francisco Talavera, 18 años en prisión, “El presidio político cubano es una entidad viva con aportes propios a la lucha contra la tiranía castrista y contribuciones invaluables a la nación en su conjunto”, al igual que para la inmensa  mayoría de sus compañeros presos políticos, uno de sus mayores orgullo es haber combatido el castrismo y haber […]

Por Allan Brito
Primer Coloquio del Presidio Cubano
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Para Francisco Talavera, 18 años en prisión, “El presidio político cubano es una entidad viva con aportes propios a la lucha contra la tiranía castrista y contribuciones invaluables a la nación en su conjunto”, al igual que para la inmensa  mayoría de sus compañeros presos políticos, uno de sus mayores orgullo es haber combatido el castrismo y haber seguido enfrentándolo en el presidio como lo ha hecho en el exilio, satisfacción que lo ha llevado a involucrarse directamente en el Primer Coloquio del Presidio Político Cubano.

Por Pedro Corzo/ Periodista

Este encuentro  organizado por el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo que se celebró el  7 de octubre se proyectó sobre la base de mesas de trabajo y presentación de testimonios en los que se incluyeron por primera vez vivencias de prisioneros políticos fuera de Cuba, como fue el caso de Nelly Rojas de Morales que estuvo presa en Cuba y después en Venezuela.

Es justo recordar que más de un centenar de mujeres y hombres han cumplido prisión  en diferentes países por haber combatido la dictadura de los Castro y transgredir por esa causa, las leyes de los países que les acogían.

Uno de los objetivos del Coloquio fue llamar la atención de que la resistencia a la dictadura persiste en su empeño de lograr cambios democráticos en la Isla. Los 717 meses de tiranía no han asfixiado las ansias de libertad porque todavía hay más de cien prisioneros políticos,  24 de los cuales han cumplido más de 12 años encerrados y nueve superan los 20 años de prisión, entre ellos, Armando Sosa Fortuny y Ernesto Borges Pérez, ambos representantes de generaciones distintas,  hombres de formaciones contrapuesta e historial político diferente, pero igualmente asidos a sus convicciones democráticas, como se ha informado en numerosas oportunidades.

Según Amado Rodriguez  y Enrique Ruano, los responsables directos del encuentro,  se constituyó un Comité de Apoyo que dirige el abogado Luis Fernández que trabajó a favor del desarrollo del encuentro, este comité estuvo integrado por presos, además por personas que no fueron a la cárcel.

 Se buscó una convivencia a la que concurrieron prisioneros de diferentes generaciones biológicas y políticas, personas que representaron las distintas estrategias de lucha desplegadas a través de estos casi sesenta años. Una asamblea  representativa de los disímiles contextos sociales de los que estuvieron en la prisión política.

 Durante el encuentro se abordaron las experiencias en las diferentes cárceles y la procura de compromisos que coadyuven en la preservación de la Historia del Presidio Político Cubano y las tradiciones  que allí se fomentaron.

 Se habló de como las cárceles se convirtieron en uno de los reductos de la fe en un ambiente de cruel persecución religiosa y de la preservación de las Navidades y Semana Santa. Se abordó la conversión  de las celdas, galeras y pabellones en centros de formación ciudadana y del culto que se rendía a los héroes de la Patria y a las efemérides que nos llenan de orgullo como nación. 

 Se evocaron los mártires del presidio, los asesinados a tiros o en golpizas en los planes de trabajo forzado, los que murieron por falta de atención médica o accidentes y muy particularmente los que entregaron sus vidas en huelgas de hambres a las que el mundo no les prestaba atención, o eran vilipendiados como hizo el convicto por corrupción Lula Da Silva con Orlando Zapata Tamayo.

 Después que los ponentes ofrecieron sus testimonios  se establecieron tres mesas de trabajo cada una con un tema y un coordinador de los debates que se suscitaron, una de las mesas de trabajo estuvo dedicada al “Legado del presidio político a la nación cubana”, que presidió Ángel de Fana, “La prisión política como forjadora de ciudadanos” a cargo de Alfredo Elías y “La  prisión política en  el pos totalitarismo” que condujo  Ramiro Gómez Barrueco.

 Este Primer Coloquio del Presidio Político cubano estuvo dedicado a la memoria del recientemente fallecido Román Abrahan Aceituno, un ex prisionero que tuvo a Cuba en el corazón hasta su último aliento.

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