Promotores pagaron para que edificio derrumbado se declarará en ‘buen estado’

Los promotores de la torre de condominios de 12 pisos de Miami que se derrumbó fueron acusados por sus rivales de la construcción de pagar a funcionarios para obtener permisos, y ahora la ciudad de Florida insta a que se realicen inspecciones estructurales de las torres de condominios más altas en los próximos 45 días.

Los promotores de Surfside Champlain Towers South fueron acusados de contribuir a las campañas de al menos dos miembros de la junta municipal para obtener un trato preferente con el sistema de permisos durante la construcción en 1981, según The Washington Post.

Uno de los principales implicados fue el promotor Nathan Reiber, que tuvo problemas legales en los años 70 en Canadá, antes de dirigir su atención al sur de Florida.

Según el informe del Washington Post, Reiber y sus socios no pudieron iniciar la construcción de la torre, ahora derrumbada, debido a la moratoria de 1979, que se puso en marcha debido a las deficiencias del alcantarillado en la zona.

Pero eludieron la moratoria y consiguieron que se aprobara su proyecto aceptando pagar la mitad de los 400.000 dólares que costaría la reparación del alcantarillado de la propiedad.

Esto enfureció a otros promotores cuyos proyectos estaban paralizados por la moratoria y dio lugar a acusaciones de que Reiber y su equipo recibieron un trato preferente, según el informe del Washington Post.

Reiber, que murió de cáncer en 2014, exigió que se le devolvieran las donaciones de la campaña cuando salieron a la luz las acusaciones de su trama de pagos.

En 2018, el edificio que Reiber y su equipo construyeron había sido señalado por “daños estructurales importantes” en el área de la cubierta de la piscina y el estacionamiento subterráneo en un informe condenatorio.

La torre estaba a punto de someterse a un proyecto de renovación de 15 millones de dólares para pasar una certificación requerida de 40 años antes de que se derrumbara el jueves temprano. En la mañana del lunes, 10 personas habían muerto y 151 seguían desaparecidas.

Un ingeniero consultor advirtió ya en octubre de 2018 que el edificio Champlain Towers South en Surfside, Miami Beach, necesitaba numerosas reparaciones alrededor de la base de la estructura “de manera oportuna”.