Secundarias de Miami-Dade podrían implementar uso de uniformes obligatorio

La Junta Escolar del Condado de Miami-Dade se encuentra en medio de debates y discusiones para determinar si debe cambiar su política sobre el uso de uniformes para los estudiantes de secundaria.

Según el personal del distrito educativo, la normativa actual solo se aplica a los estudiantes de las escuelas K-8. Aunque la mayoría ya utiliza algún tipo de uniforme requerido por sus respectivas casas de estudio.

La medida propuesta simplemente estandarizaría lo que muchos alumnos ya están acostumbrados a hacer. Actualmente, solo siete escuelas del distrito que imparten estudios desde el noveno grado hasta el 12º grado han optado por no implementar una política de uniforme.

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El miembro de la junta escolar Roberto Alonso, quien presentó la propuesta, destacó que hay algunas políticas que deben revisarse y otras que deben ajustarse para unificar los criterios de selección de uniformes.

Propuesta de unificación

De acuerdo con el funcionamiento actual del distrito, el programa de uniforme obligatorio para los estudiantes de K-8 requiere al menos dos prendas superiores y una inferior. Así lo informó el personal de las escuelas en una reunión previa de la junta. 

Sin embargo, los tipos de camisas y pantalones que utilizan los estudiantes son decididos por el comité de uniformes de cada escuela. Este forma parte del Consejo Asesor de Excelencia Educativa (EESAC) de Miami-Dade, y se encarga de elegir los colores, telas y diseños de los modelos, tratando de que coincidan con los colores de la institución educativa.

En caso de que la junta apruebe la propuesta, no habría muchos cambios en el proceso de selección de uniformes, según Alonso. El proceso seguiría siendo una “decisión basada en la escuela”.

Alonso aseguró que las instituciones podrían decidir qué tipo de uniforme utilizar. La diferencia sería que estas recibirían orientación respecto a los criterios que deben usarse en el nivel de secundaria. 

Según Alonso, el objetivo del planteamiento es proporcionar coherencia y orientación, a la vez que ayude a desarrollar un plan disciplinario progresivo.

En caso de que se apruebe la medida, el personal del distrito tendría la tarea de determinar si se pueden desarrollar pautas escolares locales y planes disciplinarios para todo el distrito.

Preocupaciones en torno a este plan

La mayoría de los miembros de la junta mostraron su apoyo a la propuesta. No obstante, otros representantes expresaron algunas preocupaciones. 

La presidenta de la junta, Mari Tere Rojas, enfatizó que incluso la aprobación solo iniciaría un proceso de revisión. Esto para determinar qué es posible o no con respecto a la unificación de criterios sobre los uniformes en el condado.

Mary Blanco, otro de los miembros, dudó en exigir uniformes a los estudiantes de la Escuela de Estudios Avanzados, ya que a veces se integran con alumnos del Miami Dade College. Aunque reconoció que la unificación de vestimenta promueve un mejor entorno de aprendizaje y comportamiento.

Por su parte, Luisa Santos estuvo de acuerdo con la intención de promover la seguridad y la equidad pero no está a favor de imponer más regulaciones para las escuelas.

Aplaudió cómo se empodera a los directores para tomar este tipo de decisiones y enfatizó la necesidad de que se escuchen sus voces y las de los estudiantes durante el proceso.