Opinión, Política

Alfonso M Becker: Loros, burros y fieras asesinas…

“La avispa, después de haberme mirado fijamente, con la finalidad de dar muestras de su irónica y agresiva sorpresa, se me acercó y me dijo al oído: “Volveré”. André Breton Comienza el cerco para el asesino mahometano.  Los jefazos del Pentágono están asqueados profundamente de tantos manipuladores musulmanes que, Corán en mano,  llaman al odio […]

Por Allan Brito
Alfonso M Becker: Loros, burros y fieras asesinas…
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“La avispa, después de haberme mirado fijamente, con la finalidad de dar muestras de su irónica y
agresiva sorpresa, se me acercó y me dijo al oído: “Volveré”. André Breton

Comienza el cerco para el asesino mahometano.  Los jefazos del Pentágono están asqueados profundamente de tantos manipuladores musulmanes que, Corán en mano,  llaman al odio a muerte contra Israel, pero en el caso del despreciable asesino, Recep Tayyip Erdogan, la náusea se apodera de los comentarios de pasillo cuando un socio turco de la OTAN  arenga  públicamente a su muchedumbre fanática para que griten enfervorizados “muerte a los Estados Unidos, muerte a Israel, malditos sean los judíos, muerte a la Unión Europea” y “Victoria del Islam”…

Por Alfonso M Becker

La Casa Blanca ya está hasta las narices de sus amenazantes declaraciones y deben saber ustedes que Washington solo espera el mejor momento para que sus propios militares turcos lo cuelguen de una farola en Ankara y que un tanque arrastre su cadáver ante todo el pueblo turco. Este criminal islamista movió todo los hilos para asesinar a miles de opositores, apuntalarse en el poder  y hacer desaparecer a más de un centenar de periodistas; la mitad están en la cárcel y de la otra mitad nadie sabe nada de nada…

No se equivoca el enviado de Donald Trump a la gira por el Middle East, Mike Pompeo, cuando explica correctamente a los aliados que el odio mahometano hacia los cristianos y hacia los judíos es una perversión religiosa que ciega la mente de los criminales.

El moro, mejor que nadie,  sabe que el amor es tuerto y que el odio es ciego, pero eso no lo aprendieron por el Corán, pues su maldad innata  -según los cristianos evangelistas de hoy-   es, más bien, un subproducto cultural de sucios esclavos de Middle East  fanatizados por sus viejos  manipuladores gobernantes mediante el complot y la conjura de los necios ulemas y de toda la clerigalla  asesina de parásitos islamistas.

Curiosamente, la oración gramatical sobre los “amores al prójimo” y el supuesto “pacifismo” es alemana; la advertencia y el grito de Friedrich Nietzsche cuando se refiere al perro de fuego, y también  es la sentencia que bebió la turba mora del otomano pensamiento tardío; el remanente geopolítico que nubla y ofusca desde  los tiempos del Tercer Reich a los asesinos islamistas.

Lo saben en Rabat, en El Cairo y en Riyadh… y aunque los políticos alemanes de hoy tengan el corazón podrido y la mente obnubilada, son los mismos aliados árabes de Estados Unidos los que se sorprenden de que el establishment germano amenace a sus ciudadanos con la cárcel mientras esconde y oculta las violaciones de mujeres y niñas por asesinos musulmanes; maquilla y corre un tupido velo periodístico ante el odio y el crimen mahometano en el interior de las fronteras europeas y lo hace señalando como islamófobos a cualquier crítica a su labor.

Como si de la Gestapo se tratara, esta es la Unión Europea de la que el Reino Unido quería escapar pero los servicios de inteligencia europeos “advertidos” por Vauxhall Cross sobre la tremenda estupidez de creer que el Islam es una religión de paz, advirtieron a su vez a Berlín  de que si se iban los ingleses, no tardarían mucho en largarse los demás…

Así que ya pueden ustedes imaginarse la de turbios negocios que se están haciendo con la “supuesta amenaza del Brexit”  y la mejor forma de tratar de normalizar la vieja Europa que nunca dejó atrás su antisemitismo….  Es el epílogo poético tardío de una “raza aria” inventada por la pervertida  Alemania del siglo pasado.

Así es todavía  el discurso de la élite germana de cara a la galería; y es absoluta y  perfectamente normal que los británicos intentaran abandonar un barco que olía a mentira podrida bajo el patológico sentimiento de culpa germano, ahora maquillado con la supuesta e intachable conducta de la nueva aristocracia alemana. El antiamericanismo, según Washington, se sigue promoviendo desde Berlin y ha hecho mella en una Francia que históricamente siempre estuvo del lado americano con el llamado “síndrome de La Fayette”.

El  ridículo presidente francés, Emmanuel Macron, es solo un pequeño síntoma de la enfermedad que destruye Europa, de nuevo.  Pero el Secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, ha dejado a los alemanes a los franceses y a Bruselas a la altura de la mierda de camello, que dicen en Saudi Arabia…

Porque el Islam destructivo está infiltrado en los Estados Unidos; en sus escuelas públicas, en sus instituciones y en la prensa en la que alegremente la  “Khashoggi’s Muslim Brotherhood connections”  actúan por la destrucción de los infieles americanos y de los judíos  como grita abiertamente en todos sitios…

El asombro de la Comunidad de Inteligencia Americana es que “una asesina mahometana en ciernes”  sea la máxima expresión de la propaganda de guerra contra Washington en el mismísimo centro de New York: Linda Sarsour.

Una Europa aberrante y traidora que señala a Washington como enemigo…

Lo que ocurre en Alemania  se relata en Estados Unidos como un chiste…  Un increíble amor por una mano de obra musulmana tan rentable y tan barata que, dos años después, es imposible de colocar en las cadenas de producción porque sus ingenieros “sociales” no  tenían ni puñetera idea de que el “perro de fuego” carece de conocimientos básicos, no sabe ni quiere saber alemán, porque el musulmán no piensa en trabajar,  sino en vivir de ayudas que el Estado niega a los mismísimos griegos, o a cualquiera de los ciudadanos de la Unión Europea.

La veracidad radical de Friedrich Wilhelm Nietzsche en su genealogía de una moral nos lleva de la mano a comprender la traición del establishment europeo hacia unos Estados Unidos que los libró de la esclavitud y del exterminio nazi.

El que haya leído a Günter Grass sabe lo que es el odio de Alemania hacia los Estados Unidos.  No han olvidado nunca que la ocupación o “protectorado” fue el resultado de una guerra apocalíptica y un genocidio orquestado por la propia Alemania… Habrá que creer que sin “segundas intenciones” la política migratoria alemana ha provocado otra ola de antijudaísmo sin precedentes…

Y  -además-  los más importante es que el viejo punto de referencia “turco migratorio”  de las posguerra no ha servido para nada, no es válido en sociología, porque el islamista de hoy viene con otras intenciones que los servicios de inteligencia insisten en ocultar: el mahometano  de hoy no tiene intención alguna de integrarse en la cultura ni en  la forma de vida de los infieles…

Una suerte de “glückliche rede” para la masa social del siglo XXI.  Han creído conveniente conducir al rebaño europeo por el oscuro camino de la disciplina alemana de palo duro y tragaderas.  La “locomotora” alemana se cree con el derecho indiscutible de dictar las políticas de la Unión hasta el extremo de “dictarnos” a todos los europeos que debemos defendernos  ¡hasta de los Estados Unidos!   La billonaria élite alemana se ha soltado el pelo y se le ha visto el plumero…

La nueva “gestapo” que ahoga y consume a Grecia, y después a otro, y a otro… No queremos esa Unión Europea.  Queremos a los británicos en casa porque son el seguro de vida ante las aberraciones de Berlín… La única oportunidad de contrarrestar a lo que, por mano del demonio,  podría convertirse en una nueva Thule-Gesellschaft…

Han desplegado su fe en sí mismos y en el orgullo propio alemán; ese distintivo sentido moral de los señores de Europa y de los siervos de la periferia… De momento han empezado por los griegos y han criticado, hasta la saciedad,  la debilidad de los pueblos del sur de Europa y del mediterráneo que  -según los cabezas cuadradas-  son vagos  y están condenados, de nacimiento, a ser esclavos, o siervos que es más llevadero…

Todo esto huele muy mal… Sobre todo en las democracias liberales  que intentan comenzar una historia de amor y de federalismo que nadie puede escribir  y criticar libremente porque esta “dictada” desde Berlín.   Ahora se entiende el porqué al ex premier británico, David Cameron,  le salió el tiro por la culata.

Así que ha llegado la hora de recomponer, de nuevo, la historia, guardar el odio germano a los Estados Unidos y las pataletas de monsieur Emmanuel Macron contra un Departamento de Defensa de los U.S.A.  a quien Francia le debe absolutamente todo… Todo… Hasta la existencia chauvinista del torpe y debilucho Macron…  Los miles de muertos estadounidenses en las playas francesas lo dicen todo y claman al cielo…

¿Cómo se puede elegir un presidente tan gilipollas en Francia?  La respuesta es muy sencilla para los alemanes:  porque el arte de manipular a las masas nació en Alemania y su poder económico se extiende por toda Europa… “Si han elegido a Donald Trump para la Casa Blanca, un presidente puede ser cualquiera”.

Afortunadamente, a Washington le preocupa enormemente un posible Brexit y ya se están moviendo todos los hilos para que el MI6 despliegue inteligencia y reparta consejos entre un establishment hedonista, inculto y desorientado que es la peor morralla política desde la Segunda Guerra Mundial…

Ni siquiera supieron hacer frente a un envalentonado mahometano como Erdogan que amenazaba y extorsionaba a la Unión Europea.  Al asesino islamista se le dieron cientos de miles de millones de dólares… Al pueblo griego, nada.

Pero ha llegado la hora de poner a cada uno en su sitio. Lo advierte Mike Pompeo: “son asesinos islámicos”…

El cinismo de los “parrots journalists” y el fallecimiento del periodismo…

El periodista Sam Westrop lo describe perfectamente en su brillante artículo en The Washington Post y nos recuerda el cinismo de las cacatúas del periodismo basura tratando el asesinato de Jamal Khashoggi sin saber ni quién era este sujeto, ni a qué se dedicaba… No estaba diciendo que por ser un auténtico promotor del Islam asesino era merecedor del descuartizamiento y la desaparición física de sus restos…

Pero lo que sí estaba clarísimo para los que estábamos bien informados sobre ese tipejo  es  que Jamal Khashoggi  promovía el asesinato del príncipe Mohammed bin Salman con asesinos islamistas de primer orden en los Mulim Brotherhood;  en una guerra a muerte de los servicios de inteligencia musulmanes… Les aseguro que todo el mundo lo sabía desde hace dos años. En Londres era un cotilleo diario sobre guerras sunníes… Pero las cacatúas no leen la prensa inglesa.  Esto es lo que pasa.

Pero lo que más dolió en Washington fue tanta alharaca, tanta poesía sobre la libertad de expresión y tanto soneto con estrambote,  para publicitar a un asesino turco, Erdogan,  que se convirtió en líder de la libertad de prensa mundial para todas las cotorras del periodismo.  Un criminal mahometano que tiene encarcelados a cientos de periodistas y muchos de ellos desaparecidos…

El periodista que no tenga preparación en Geopolítica no debería escribir tan alegremente  sobre las profundas implicaciones de actores sumamente complejos y desconocidos para “tararear” lo mismo que las grandes mayorías de la fauna social del espectáculo.  No se debe seguir la corriente “psittacidae”,  conocida en todo el mundo anglosajón como “parrots journalists”…

Pedagogía para idiotas acreditados y otras mafias…

En la revista The American Spectator, Sam Westrop, dejó con el culo al aire a un hijo de perra turco-egipcio  que señalaba, a diestra y siniestra, países donde no había libertad de prensa… Aprendan de esta pedagogía, profundamente culta y llena de conocimiento, no puede ser otra para que aprendan -de una vez- los “burros” ideológicos del periodismo.

Es “hijo de perra” para los sabios de Capitol Hill porque es un agente secreto islamista con el título de periodista comprado y con múltiples contactos mundiales para infiltrarse en periódicos de los infieles y escribir sobre el amor tan hermoso y tan grande que los musulmanes tienen por Occidente, por los judíos y por las ballenas… Se trataba del periodista titulado Yehia Hamed…

El susodicho estaba protegido en Estambul  -según el ejército egipcio-  “por la rata otomana Erdogan”… ejem… sin comentarios…  El caso es que era un temible ejecutor asesino islamista cuya “pantalla” era la de portavoz de la Hermandad Musulmana Egipcia, un “bicho” muy peligroso conocido por la CIA americana y el FSB de Rusia…

Apostaría mil cervezas  a que nadie sospechó nada sobre el “pobre” Yamal Ajmad Jashogyi, descuartizado, triturado y licuado… seguramente  porque un loro no investiga, ni estudia, ni tiene conocimientos aunque compre un título o un máster… Y se llame -además- de izquierdas porque a él le sale de lo huevos… Pedagogía con marca de Beltway para tarados intelectuales del periodismo.

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