Opinión, Política

Alfonso M Becker: ¿ Contra China y a muerte ?

“Las prostitutas de hoy se expresan libremente y con mucha educación en los media y su profesión no se desarrolla en las alcantarillas sociales como antaño. Ahora es el Partido Comunista Chino el que se mueve sutilmente en las cloacas de la geopolítica”. Por Alfonso M Becker Ya pueden hacerse una ligera idea de lo […]

Por Allan Brito
Alfonso M Becker: ¿ Contra China y a muerte ?
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“Las prostitutas de hoy se expresan libremente y con mucha educación en los media y su profesión no se desarrolla en las alcantarillas sociales como antaño. Ahora es el Partido Comunista Chino el que se mueve sutilmente en las cloacas de la geopolítica”.

Por Alfonso M Becker

Ya pueden hacerse una ligera idea de lo que se está cociendo… Con la economía de Rusia cayendo en picado, las mejores universidades estadounidenses ya se han atrevido en el terreno de la geopolítica a “pontificar” que Vladímir Putin y sus muchachos no son otra cosa que los mandamases de una potencia regional en declive con un ostentoso arsenal nuclear cuyo mantenimiento se lleva casi la mitad del PIB como única alternativa
para poder ser considerado, al menos, como matón de barrio…

Quede claro que no es un insulto a la apreciada patria de los rusos porque al hacer boato, prestigio, renombre, gala, grandeza y lucimiento de la nueva Rusia capitalista, el señor Putin y su equipo, han elevado las cenizas del viejo imperio soviético a la condición de socio preferencial del Pentágono en asuntos sumamente secretos de los que -por cierto-siempre ha sospechado Beijing…

Observarán los lectores más astutos que el griterío ensordecedor propio de elefante en cacharrería, desconcertante, confuso y -a la vez- contradictorio de Donald Trump, desde su Despacho Oval, no hace otra cosa que “certificar” que desde el colapso de la Unión Soviética nadie debería escribir o hablar de lo que es absolutamente falso en lo que respecta al poderío económico y militar en este mundo de Dios y de cada uno en su casa…

Si usted quiere que lo respeten cuando habla de política lo primero que debe hacer es reconocer y explicar correctamente que vivimos en un mundo bipolar donde ningunanación del planeta se acerca (ni de lejos) al poderío de China o de Estados Unidos.

Estas dos, son las potencias “condenadas” a cooperar en la gobernanza mundial y capaces de proveer paz y sosiego a los habitantes de este mundo… Eso si no optan por un enfrentamiento armado que dirima quién es el único sheriff capacitado en la ciudad paralimpiarla de forajidos…

Nadie, con la suficiente y adecuada formación política, debería calificar al sistema internacional como “multipolar” porque no ha dejado nunca de ser bipolar desde el final de la Segunda Guerra Mundial y cuando dejó de serlo, tras el hundimiento de la URSS, los chinos ya habían puesto en marcha la maquinaria militar y económica para plantarle cara con cierta garantía a Washington y hacerle ver a los Estados Unidos que la China de Xi Jinping está dispuesta para un nuevo duelo en O.K. Corral, matar al sheriff y apropiarse
del salón de juego y -por supuesto- del prostíbulo…

Quizás -permítanme la comparación- lo más interesante para la curiosidad de un buen lector sea esta suerte de pelea de barrio entre un tendero de la mafia china y un genial emprendedor en los negocios de origen irlandés que además tiene el apoyo de la Jewish mob y que actúa al viejo estilo de Arnold Rothstein y con toda la astucia economicista de un Meyer Lansky capacitado para mover el dinero por todo el planeta y acribillarte con aranceles hasta que te vayas al carajo y amenaces a tu santa madre…

Toda esa violencia, absolutamente legal en el libre comercio, podría usted llamarla, si quiere, como “prolegómeno” de una pelea a navajazos… pero créame, es algo muy peligroso y es mucho peor, porque está perfectamente maquillado para que los pusilánimes como el presidente francés, Macron, o el canadiense, Justine Troudeau, no salgan espantados, al borde de un soponcio, gritando como locas que Donald Trump es
un perturbado, sin educación y sin maneras, que está asustando a la humanidad y nos puede matar de un infarto de miocardio a todos… ¡Qué susto, Dios mío!… ¡Macron, Troudeau, que no pasa nada, coño!…

Así que ya saben ustedes que quienes reparten el bacalao en este planeta son Washington y Beijing, y eso no debería ser un desaire manifiesto y grosero para con el Kremlin, puesto que en este mundo violento y en esta vida cruel, ser socio para una peligrosa guerra contra los chinos, es un privilegio que le reportará a Rusia grandes beneficios…

Tan grandes como la supervivencia de la nación rusa ante la poderosa, asertiva, imprevisible y violenta China de Xi Jinping… La llamada alternativa única era mucho más en serio de lo que suponía el Kremlin.

Pero lo que realmente justifica el estatus militar de China y su poderío económico es que Japón, India, Rusia, Alemania, Francia o el Reino Unido, no le aguantarían una confrontación militar a Beijing ni de una semana… Ni siquiera todos juntos…

Y no lo digo yo sino las mejores instituciones de estrategia militar del mundo y sobre todo la sabiduría científica indiscutible, del tan prestigioso como The Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), que cuenta con “pelos y señales” no solo los presupuestos militares o gastos de Defensa sino las capacidades reales de dominar el mundo por la vía militar… La bipolaridad es, pues, un hecho indiscutible.

Así que ahora comprenderán el porqué los europeos, canadienses y mexicanos callan como zorras cuando el “loco de la Casa Blanca” acribilla a “arancelazos” a China y al que se le ponga por delante porque esto es una guerra y solo a un tonto descerebrado se le ocurre decir que Europa se aleja de Washington y que contrae matrimonio con Rusia; y si al mariquita europeo, o canadiense, o de Miami, se le ocurre algo mejor, sugiero que se empolve la nariz, se quite las sandalias de tacón de aguja y se las tire a la cara al presidente americano… pero corre el serio riesgo -a mi juicio- de que Donald Trump le lance aranceles envenenados y lo deje patidifuso de por vida…

Henry Kissinger, Hans J. Morgenthau y Zbigniew Brzezinski no se equivocaron al definir a cada potencia por su nombre y con su verdadero apellido… Como grandes académicos fueron observadores privilegiados de los competidores económicos y militares de los Estados Unidos pero sobre todo China ha dejado bien claro que no necesita aliados para enfrentarse al Pentágono…

Están así de crecidos y de creídos; envalentonados porque han subestimado a Washington y tienen la seguridad absoluta de que pueden controlar el planeta por sí solos… Quizás eso fue lo que preocupó, inicialmente, a Washington.

Pero la realidad es otra… Beijing ha supuesto erróneamente que el Pentágono ha colocado a Donald Trump en la Casa Blanca aplicando alegremente la “teoría del loco” y que Washington va de farol.

Sin embargo, Capitol Hill advierte que el presidente de los Estados Unidos está golpeando a diestro y siniestro a toda la economía china sin dejarlos respirar ni para que cojan aire… Y -por supuesto- la economía del gigante asiático se tambalea seriamente.

El “emperador” Xi Jinping no esperaba que Washington le golpeara en todos los frentes y en todos los ámbitos. China ha cometido un grave error creyendo que la comunidad internacional se pasaría a sus filas engrosando el poderío chino de su gran timo comercial de nuevas rutas de la seda y cinturones de terciopelo cuando todos su vecinos son testigos de que está robando territorio de otros países para apropiarse de sus riquezas.

Lo está haciendo tan descaradamente como el robo masivo de la propiedad intelectual de las empresas
occidentales… Lo está consiguiendo con la fuerza militar.

Otro equívoco que le costará muy caro a China es suponer que su política de hechos consumados la convertirá en “propietaria” del anillo de islas militares que está construyendo a costa de los verdaderos propietarios y amenazando con la guerra.

Esta escalada de Beijing está llegando demasiado lejos, y las absurdas apreciaciones de que se va a salir con las suyas solo son propias de indocumentados, profundamente desconocedores de la respuesta militar que le va a dar Occidente y todos los socios del Indo-Pacífico.

Como bien dicen todos los aliados de Estados Unidos: “Hay que detener, de una vez por todas, a los depredadores chinos”…

Así están las cosas… Pos supuesto, los “chulos amenazantes” -según Donald Trump- del Ejército Popular de Beijing, no supieron medir con templanza sus amenazas y el Pentágono va a por todas y con todas las consecuencias. Si algo se aprende de la historia es que si el chino quiere guerra, hay que darle la más grande de las guerras…

Tampoco imaginaba el flamante “emperador Xi” que la India de Narendra Modi ya es su enemigo militar junto al Japón de Shinzo Abe, Vietnam, Singapur, Filipinas, Tailandia; todo ello sin contar a Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia que ya se están todosarmando hasta los dientes para mandar al carajo “toda esa mierda de Belt and Road de Xi Jinping y del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura que no se la traga nadie”…

Nadie salvo el moro, el persa y el turco, enfebrecidos -según Londres- por un fanatismo musulmán que los llevará al mismísimo infierno. O Latinoamérica, plagada de ladrones y corruptos en sus gobiernos que tanto ama la chusma antiimperialista.

Ahora las razones para no invertir en China son tantas que incluso cuando los endeudados gobiernos de las
Américas piden un préstamo se lo piensan dos veces porque las deudas con China se pagarán con la sangre de aquel que haya puesto su firma… Cosas de la vida…

Las amenazas de Xi Jinping no funcionan con Donald Trump y Washington ha puesto todo su empeño y el de sus aliados en promover la ruina de China y la agudización de sus contradicciones internas… Eso es público y notorio.

Cualquier persona informada sabe que la economía china ha tocado techo y sus índices de crecimiento son falsos. El FMI y el Banco Mundial lo han pregonado a los cuatro vientos. Se acabaron los negocios con los
depredadores chinos. Como bien dice Donald Trump, el que quiera ser rehén de China que lo sea… pero que luego no pida socorro a Occidente.

¿Contra China y a muerte?

No les quepa duda. La próxima respuesta de Trump a hipotéticas represalias chinas serán de tal envergadura que ni las cotorras antiamericanas de Europa o los papagayos latinoamericanos que se autonombran “analistas” tendrán palabras para poder explicar el porqué Washington ha cargado la pistola de los aranceles con todas las balas y se espera que el golpe definitivo de Donald Trump sea un primer disparo de 500 mil millones de dólares en importaciones adicionales para que el reyezuelo comunista Xi Jinping sepa con
quién se enfrenta…

El magnate neoyorquino tiene opciones reales contra la principal amenaza para la seguridad de los Estados Unidos. Ha llegado la hora de meterle mano a China, pero en serio… Tanto es así que las empresas extranjeras han entrado en pánico y se están largando de China y buscando nueva ubicación en Japón, México, Australia, India y Estados Unidos.

La pornocracia china en economía ha conquistado las más altas cotas de puterío ante las narices de la Organización Mundial del Comercio… Pero a los ojos de europeos y estadounidenses, el más viejo oficio del mundo ya no entra en la categoría de comportamientos condenables.

Las prostitutas de hoy se expresan libremente y con mucha educación en los media y su profesión no se desarrolla en las alcantarillas sociales como antaño.

Ahora es el Partido Comunista Chino el que se mueve sutilmente en las cloacas de la geopolítica. El filósofo francés Gilles Lipovetsky logró descifrar con sus ojos de buho a la “nueva puta respetuosa” en la China comunista enarbolando su ética indolora e inodora como polo de referencia humanista, mientras te apunta con la pistola a la cabeza…

En la “Green Room” de la WTO ya se ha hecho saber al Kremlin que tenga cuidadito porque el chino Xi Jinping, jefe supremo del PLA (People’s Liberation Army ) se prepara la guerra con estrafalarias ideas “limitadas” y regionales… Por la cuenta que le trae, Vladímir Putin, seguirá con sus turbios negocios en Oriente Medio y África. De algo hay que vivir…

Y esos 500 mil millones de dólares en aranceles que ha preparado el presidente americano contra China serán el primer disparo de envergadura hasta vaciar el cargador económico y pasar al terreno militar…

El chino supremo quiere la guerra y Donald Trump se la va a dar.

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¿ Y usted, cuando observa, qué es lo que ve?

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