Comisionados se encuentran discutiendo por la posibilidad de tener exceso de ruido y generar caos con el tráfico, en caso de darse la carrera, sin embargo otros eventos que en este lugar se realizan, tienen exactamente las mismas descripciones.
Por Redacción MiamiDiario
Los argumentos que presentan tanto la comisionada del condado de Miami Gardens, Bárbara Jordan, y su mentora Betty Ferguson sobre la oposición a que el Gran Premio de Miami se realice en el Hard Rock Stadium, parecen no estar en concordancia con el resto de eventos que ahí se realizan, sobre todo por las consecuencias que estas aseguran que estarían sucediendo en caso de aprobarse dicha carrera.
Entre ellas el hecho de que el evento estará desencadenando “partículas de polvo venenosas” y “niveles de ruido peligrosos”, que estarían afectando a los ciudadanos de Miami. Sin embargo, las mismas funcionarios mencionadas anteriormente sí apoyan la atracción de eventos grandes y especiales a dicho recinto, apoyando los esfuerzos realizados por Stephen Ross, propietario de los Miami Dolphins, recordando que en febrero el Super Bowl LIV será en el Hard Rock, pero vale recordar que este estadio no sólo se debe utilizar para los Dolphins o los Hurricanes.
Este emblemático lugar, reconocido a nivel continental e incluso mundial, ha albergado distintos eventos no sólo alusivos al deporte, sino también al mundo del espectáculo, por ejemplo con partidos internacionales de fútbol, festivales de música como Jazz In The Gardens y Rolling Loud, además de conciertos de rock como el de los Rolling Stones.
Entonces, si este tipo de eventos que generan grandes suelen generar caos en las adyacencias del Hard Rock sí son permitidos, ¿por qué la excusa principal argumentada por los críticos es el hecho de que la Fórmula Uno en el sector estará ocasionando ruido y tráfico? Resalta Miami New Times, que durante estos festivales, la música permanece hasta altas horas de la noche y que por seguridad, al cerrar algunas calles cercanas, también se genera tráfico.
Asimismo, se dio a conocer que Ross, anteriormente mencionado, ha gastado un aproximado de $700 millones en arreglos al complejo deportivo del Hard Rock, incluyendo un centro de tenis destinado al Abierto de Miami y un centro de entrenamiento para fútbol. El mismo está sujeto a impuesto, pagando más de $6.5 millones al año, cayéndole un importante porcentaje a Miami Gardens.
Finalmente, este portal saca una importante conclusión, determinando el impacto en la economía de Miami-Dade que genera este recinto deportivo, sea para deporte o para cualquier otro evento, por lo que está destinado a ser un atractivo turístico para la región y, mientras más cosas se organicen, mejor será el flujo de personas que vayan a la ciudad más allá de los que asisten a las playas o a la vida nocturna. El Gran Premio de Miami podría colaborar con esta punto de vista.
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