Hasta el momento no se podía estimar la cantidad de orina disuelta en el agua de una piscina, pese al hecho de que siempre se tuvo claro que la gente se orina en ellas.
Por Redacción Miami Diario
Unos científicos canadienses se propusieron medir la cantidad de orina que se deposita en el agua de una piscina. La prueba es muy sencilla y se basa en los niveles de acesulfamo potásico del agua de las piscinas.
El E-950 es un edulcorante artificial que se encuentra en muchos alimentos procesados y se expulsa por la orina sin modificarse. Por ello, los investigadores decidieron usar la cantidad media de E-950 en orina en el país norteamericano. Esto le permitiría determinar cuánta orina se había vertido en cada piscina. La muestra es, evidentemente, escasa, pero los datos son demoledores.
Los expertos se dedicaron a monitorear varias piscinas públicas canadienses para comprobar su efectividad. Llegaron a la conclusión de que en una piscina olímpica media se vierten 225 litros de orina. La investigación también se realizó en ocho jacuzzis públicos y los resultados fueron mucho peores: había jacuzzis con hasta tres veces más orina que la peor de las piscinas.
Sin embargo, no hay por qué alarmarse. Pareciera que las cifras son alarmantes, pero una piscina olímpica tiene más de dos millones de litros de agua. Otro dato alentador es que la orina es estéril y solo representaría un peligro si la persona tiene alguna infección.
Lo único es que se han evidenciado casos en los que algunos de los compuestos de la orina han producido (al reaccionar con determinados desinfectantes) irritación de ojos o problemas respiratorios.
Con información de: Xataka
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