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Conmoción en Canadá: “Sabemos que muchos más niños están desaparecidos”

“Sabemos que muchos más niños están desaparecidos”, la conmoción en Canadá tras el hallazgo de los cuerpos de 215 niños de un internado. El descubrimiento la semana pasada de los restos de al menos 215 niños indígenas, estudiantes del internado más grande de Canadá, ha provocado indignación en todo el país, que exige que haya […]

Por Allan Brito
Conmoción en Canadá: “Sabemos que muchos más niños están desaparecidos”
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“Sabemos que muchos más niños están desaparecidos”, la conmoción en Canadá tras el hallazgo de los cuerpos de 215 niños de un internado.

El descubrimiento la semana pasada de los restos de al menos 215 niños indígenas, estudiantes del internado más grande de Canadá, ha provocado indignación en todo el país, que exige que haya más búsquedas de tumbas sin nombre. Esto es lo que se sabe hasta ahora.

La noticia se refirió muy brevemente a una investigación en curso de la tribu Tk’emlúps te Secwépemc sobre la muerte de estudiantes en internados.

Estos colegios administrados por el gobierno formaban parte de la política para lograr asimilar a los niños indígenas y destruir las culturas y los idiomas nativos.

¿Qué se sabe de los primeros hallazgos?

La semana pasada, la jefa de la tribu Tk’emlúps te Secwépemc, Rosanne Casimir, anunció que se habían encontrado los restos de 215 niños cerca de la ciudad de Kamloops, en el sur de la provincia de Columbia Británica.

Se cree que algunos de los restos son de niños de tan solo 3 años.

Un georradar localizó la semana pasada los cuerpos de 215 niños indígenas en una fosa común sin registrar ubicada en el terreno del que fuera el antiguo internado indio de Kamloops.

Al igual que otros 150 000 niños indígenas que fueron arrancados de sus familias y comunidades y recluidos en internados, estos 215 niños, algunos de tan solo tres años, cuyos cadáveres fueron encontrados en Tk’emlúps, formaron parte de un gran programa colonial diseñado para despojar a las naciones indígenas de su historia y su cultura, y anular su futuro. Para lograrlo, Canadá puso en marcha un sistema con el que pretendía «matar al indio dentro del niño».

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La verdad sobre «los desaparecidos»

La verdad sobre la masacre de Tk’emlúps pasó totalmente desapercibida durante la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR). Las semanas previas a la CVR, celebrada en 2008, la Iglesia católica se enfrentó a acusaciones relacionadas con una fosa común en Kamloops. Por aquel entonces, la Iglesia negó tener constancia de ello.

Hasta que hace muy poco se localizaron los restos, la Iglesia católica se conformó, y contentó, con dar por «desaparecidos» a 215 niños.

«Los desaparecidos», aquellos niños eliminados en secreto, dejaron tras de sí un duelo extraordinario. Sus familias y comunidades quedaron sumidas en un llanto inconsolable de por vida: nunca supieron si sus seres queridos seguían vivos o estaban muertos, y de estarlo, desconocían por completo dónde descansaban sus restos.

Se trataba de vidas abandonas a la muerte sin que los vivos tuvieran oportunidad alguna de intervenir.

Ahora que los cuerpos han sido localizados, las familias, sus comunidades y las naciones indias ya pueden empezar a pensar en la custodia de los restos, guardar luto y rememorar a los ausentes. Todo eso ya depende de ellos y del apoyo y los recursos que se les brinde.

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