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Conozca los peligros del sexting en los adolescentes

La Universidad de Calgary estudió los resultados de 23 investigaciones -en las cuales participaron 42 mil menores de edad- sobre los riesgos que implica el sexting para los adolescentes, dio a conocer el medio de comunicación elpais.com. Redacción MiamiDiario Algunos se preguntarán que es el sexting, Laura Cuesta, profesora de Estrategia Digital y Social Media en la Universidad […]

Por Allan Brito
Conozca los peligros del sexting en los adolescentes
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La Universidad de Calgary estudió los resultados de 23 investigaciones -en las cuales participaron 42 mil menores de edad- sobre los riesgos que implica el sexting para los adolescentes, dio a conocer el medio de comunicación elpais.com.

Redacción MiamiDiario

Algunos se preguntarán que es el sexting, Laura Cuesta, profesora de Estrategia Digital y Social Media en la Universidad Camilo José Cela, indica que es una práctica en la cual el remitente produce y envía contenido de tipo sexual o erótico, usualmente son fotografías o videos, a otra persona de forma voluntaria y privada. Estos envíos se realizan a través de un teléfono móvil u otro dispositivo tecnológico.

Una de las conclusiones que arrojó la investigación publicada en la revista JAMA Pedriatics, es que el sexting se relaciona con una mayor actividad sexual en los adolescentes y algunos trastornos mentales.

Por ejemplo los adolescentes que usan el sexting usualmente no emplean anticonceptivos, según el estudio tienen 2,16 más posibilidades de no usarlos que el resto de las personas que no practican esa actividad. Además la cantidad de actividad sexual está relacionada a trastornos como la ansiedad y la depresión, la investigación ubica a un 1,79 las personas que pueden tener algunas de esas enfermedades.

También el sexting influye en el consumo de alcohol, se incrementa en un 3,78 con respecto a quienes no hacen esa práctica. En cuanto al consumo de droga aumenta en 3,48 en los jóvenes que lo realizan, y el consumo de tabaco sube en 2,66.

La investigación también indica que el sexting incrementa el comportamiento delincuente en un 2,50 con respecto a quienes no lo practican. Pero aclara que no todos los que practican sexting tienen que realizar las actividades de riesgo.

La psicóloga Sheri Madigan -creadora de el estudio- concluyó que el sexting se ha convertido en un hábito cada vez más común entre los adolescentes. Asevera: “El sexting se está convirtiendo en un componente normativo del comportamiento y desarrollo sexual de los adolescentes”.

Los números que destacaron de la investigación son los siguientes: 1 de cada 7 menores de 18 años (15%) ha enviado algún mensaje con contenido sexual o erótico, y 1 de cada 4 (27%), lo ha recibido.

El estudio de Madigan también concluye que en los jóvenes con menor edad tienen mayores riesgos relacionados con el sexting debido a su relativa inmadurez.

Otro peligro que tienen quienes practican el sexting es que el contenido puede caer en manos de terceros por diferentes razones, descuidos, fallas técnicas, hackers, entre otros; personas que pueden aprovecharse de esas imágenes para acosar o chantajear a quienes la producen.

Muchas familias pueden preocuparse por esta situación, la psicólogo dice que se debe hablar con los adolescentes para orientarlos, ya que muchas veces ellos no saben como actuar y no tienen la responsabilidad ni la madurez para enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Madigan hace referencia a la Teoría de los 10, indica que al hablar con los jóvenes se les diga que antes de publicar una foto o un video se imaginen que sentirían si lo ven publicado en 10 horas, en 10 días, en 10 meses y en 10 años. Si creían que no se avergonzarían de la imagen, no habría problema en darla a conocer.

Por su parte, el psicólogo clínico, Ricardo Fardiño, asevera que a los adolescentes se les debe enseñar a proteger su intimidad. Indica que “en la sexualidad es fundamental el autocuidado y el respeto por el otro. En este caso pasa porque no podemos hacer pública aquella imagen que nos ha llegado como una intimidad compartida. Eso es una agresión y podemos incurrir además en un delito”.

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