Consejos para regular el azúcar en la sangre

Tener un descontrol en el nivel de glucosa en sangre puede producir una diabetes, ya sea de tipo 1 o de tipo 2. Este descontrol proviene de la insuficiente insulina que el cuerpo puede llegar a producir, lo que provoca que la glucosa se quede en sangre y no pase a las células.

La glucosa es un elemento del organismo que hay que controlar de forma continua. Este elemento lo podemos adquirir a través de cualquier tipo de alimento y es vital para todos los cuerpos, pero en su justa medida.

Por eso es muy importante controlar la glucosa.

¿Por que hay que mantener los niveles de azúcar en la sangre regulados?

Uno pensaría que si comes azúcar, la glucosa en sangre sube, aunque esto no es así.

Tenemos un complejo enzimático desregulador hormonal que hace que la glucosa se mantenga en los niveles ideales durante las 24 horas del día.

Pero es importante mantenerla regulada. Es decir, que ni suba mucho ni que baje en exceso. Ese es el problema que suelen tener los pacientes con diabetes.

Si uno tiene la glucosa muy alta en períodos largos, esta produce tóxicos en el cuerpo que con en el tiempo dañan el organismo. Por ejemplo, los pequeños y grandes vasos sanguíneos.

Alimentos que ayudan a regular el nivel de azúcar en la sangre

Existen varios patrones para seguir una dieta saludable y mantener el nivel de azúcar regulada en la sangre. Estos son algunos de los alimentos que siempre debes consumir:

Consumir frutas y verduras

La fruta hay que comerla en porciones. La recomendación al paciente es la fórmula 3-2: dos porciones de fruta al día y tres porciones de verdura. O al revés: tres de fruta y dos de verdura.

Suprimir los alimentos concentrados en azúcar

En muchas partes se desayuna café con leche y azúcar. Hay que eliminar ese azúcar que sumamos. Puede ser remplazada por edulcorante, sin embargo, el consumo excesivo de esto no es muy recomendable.

Disminuir los alimentos que contienen mucha grasa saturada

Para ello se recomienda el uso de aceite de oliva ya que el consumo excesivo de grasas hace que la insulina no funcione bien y en consecuencia se aumenta el nivel de azúcar en la sangre.