Donald Trump evitó la polarización en su discurso del 4 de Julio

En uno de los discursos menos polarizadores de su presidencia, Donald Trump rindió homenaje a las fuerzas armadas de Estados Unidos en una aparición el 4 de julio ante el Lincoln Memorial en Washington, que se desarrolló en medio de cielos tormentosos y críticas de que estaba politizando las celebraciones del Día de la Independencia de la nación.

Por Redacción MiamiDiario

“Nunca olvidaremos que somos estadounidenses y que el futuro nos pertenece”, dijo Trump. “El futuro pertenece a los valientes, los fuertes, los orgullosos y los libres. Somos una persona que persigue un sueño y un destino magnífico”, reportó CNN.

El discurso de Trump, pronunciado cerca del lugar donde Martin Luther King Jr. pronunció su “Tengo un discurso de ensueño”, carecía de las imágenes oscuras de muchos de sus discursos de campaña y alcanzó un tono más optimista del que suele adoptar.

Mientras los aviones de guerra rugían en lo alto y el jumbo jet utilizado como Air Force One realizó un raro sobrevuelo sobre el National Mall, Trump habló mientras los críticos lo acusaban de explotar la fiesta de cumpleaños de la nación para sus propios fines políticos en un evento que había denominado “Un saludo a los Estados Unidos”.

Pero la participación del Presidente en el ejército en un evento que se vio como un refuerzo de su perfil al comienzo de su carrera de reelección despertó preocupación entre algunos oficiales militares anteriores y actuales.

“Mientras nos mantengamos fieles a nuestro rumbo, mientras recordemos nuestra gran historia, mientras nunca, nunca dejemos de luchar por un futuro mejor, entonces no habrá nada que Estados Unidos no pueda hacer”, dijo Trump.

En el período previo a la celebración, la demanda de Trump de equipos militares como los tanques que había visto en los Campos Elíseos en París cuando asistía a las conmemoraciones del Día Nacional de la Bastilla de Francia 2017 provocó un debate sobre si estaba explotando su papel como comandante en jefe.

Los eventos del Día de la Independencia tuvieron lugar en un momento de angustia política nacional sobre la presidencia de Trump. En vísperas de las vacaciones, el presidente ordenó a su administración que continuara con el intento de insertar una pregunta sobre la ciudadanía en el censo de 2020 , a pesar de las decisiones legales desfavorables, incluso del Tribunal Supremo.

La decisión de Trump de abrirse camino hacia el feriado nacional reflejó la elevada temperatura política de su presidencia. Esto desalentó a los observadores que veneraban el día como uno de los raros momentos no partidistas en la vida estadounidense. Pero la indignación provocó sus planes entre los medios de comunicación de Washington y el establecimiento reforzó la posición del Presidente como un flagelo del establecimiento de la costa este.

Es probable que muchos estadounidenses aprecien la veneración de las fuerzas armadas por parte del presidente y resalte algunas de las armas más sofisticadas del país.

El presidente pronunció su discurso desde detrás de una barrera a prueba de balas transparente con rayas de lluvia. Los comandantes en jefe pasados, especialmente en la era posterior al 11 de septiembre, se han esforzado por evitar inyectar partidismo en los eventos del Día de la Independencia.

Los ex presidentes George W. Bush y Barack Obama organizaron eventos más discretos en el jardín sur de la Casa Blanca. Los líderes del Pentágono tenían reservas sobre exhibir tanques u otros vehículos blindados, dijo una fuente con conocimiento directo de la situación.

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