El propietario de un Club de Fetiches Sexuales de Miami fue condenado por estrangular a su compañera de cuarto y luego tirar su cuerpo en la calle.
Por Redacción MiamiDiario
Los jurados deliberaron solo una hora este miércoles (28.06.2019) antes de condenar a Luis Moya, de 52 años, de asesinar a Ana Rosa Moreno, de 21 años, a quien conoció en Craigslist. Se enfrenta a cadena perpetua y será sentenciado el 19 de julio, reporta el Miami Herald.
Moya solía dirigir el club de fetiches Hammer & Nails en Wynwood, un “calabozo” y un estudio fotográfico para los clientes que participan en juegos de rol con bondage. El club contaba con equipos de descarga eléctrica, jaulas e incluso un ataúd.
En un perfil en el Miami New Times en 2016, Moya promocionó al club como un espacio seguro para las personas que disfrutan de “BDSM”, un acrónimo de bondage y sadomasochismo.
A los jurados no se les permitió saber sobre el trabajo de Moya con el club.
Según la información del Miami Herald en el juicio, escucharon que estranguló a Moreno, quien trabajaba en un concesionario de automóviles y vivió un tiempo con él en su casa de Kendall. Moya le había mentido, diciendo que solo tenía 37 años y era un rico hombre de negocios brasileño.
En el juicio, los fiscales dijeron que Moya se enfureció con Moreno después de que ella se mudó.
Su cadáver fue descubierto en la carretera en el bloque 2900 de Southwest First Avenue a primera hora de la mañana del 15 de diciembre de 2018. Al principio, la policía creyó que había tomado una sobredosis de drogas, hasta que una autopsia reveló que había sido estrangulada, apunta la nota del Herald.
De acuerdo al medio miamense, Moya admitió ante los detectives de homicidios que esa noche regresó a su casa. Afirmó que ella le exigió dinero y luego le pidió que la dejara en The Roads, un vecindario de Miami. Al principio, él admitió que la llevó allí, pero afirmó que salió, se subió al auto de otra persona y se fue.
Sin embargo, los fiscales Suzanne Von Paulus, Sarah Waters y Stewart Hedrick le mostraron al jurado un video de vigilancia que lo mostraba sobre su cuerpo, y que él se alejaba en su Honda Accord. Cuando la policía le mostró el video, Moya cambió su historia y negó que el auto en la grabación era el que estaba conduciendo, reseña Miami Herald.
El estado también presentó registros de peaje que lo muestran conduciendo desde Kendall a Miami, mensajes de texto que describen sus intercambios de enojo y sus búsquedas en Google que lo llevaron a desactivar el GPS en su auto antes de desechar el cuerpo. Nunca admitió haberla estrangulado.
En el juicio, los abogados defensores atacaron la investigación del departamento de policía por insuficiente, sin pruebas que demuestren que realmente mató a Moreno.
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