El grito de ayuda del ladrón del banco fue escuchado. El viudo de 74 años no irá a la cárcel

Sandy Hawkins caminó hacia el frente de la sala el viernes, deteniéndose para estabilizarse en un escritorio. Flanqueado por los abogados, el ladrón de bancos de 74 años, todavía de luto por su esposa muerta, se quitó las gafas y se pasó una mano sobre su cara mojada, después de escuchar que no sería enviado a la cárcel.

Por Redacción Miami Diario

Los ladrones de bancos pueden ser sentenciados hasta 15 años tras las rejas, lo que para Hawkins, que tiene cáncer, sería efectivamente una sentencia de por vida. Pero Hawkins se salvó de eso, así como de los costos y honorarios de la corte, en un acuerdo entre la Oficina del Fiscal del Estado del Condado de Palm Beach y la Oficina del Defensor Público.

Hawkins puede esencialmente tener su caso abandonado si se atiene a las normas para los próximos 12 meses en una instalación de vivienda de transición.

Normalmente las personas que cometen delitos de segundo grado, como el robo de un banco, no son elegibles para el tipo de acuerdo que Hawkins consiguió. Pero Hawkins está lejos de ser un criminal típico. De hecho, hasta ahora tenía un historial impecable.

Estaba claro que la desesperación estaba detrás del crimen de Hawkins, dijo su defensor público Carey Haughwout.

El 18 de noviembre, Hawkins entró en un Wells Fargo en West Boca y exigió dinero en efectivo. Por razones que no está seguro, pidió específicamente 1.100 dólares. Cuando el cajero contó más de 2.000 dólares, lo regañó, diciéndole que era demasiado y que empezara a contar el dinero.

Hawkins salió del banco con una bolsa de dinero en efectivo. Mientras cortaba algunos setos en el centro comercial, la bolsa quedó atrapada en un arbusto. Hawkins siguió caminando, dejando su botín atrás.

Estaba sentado frente a una casa de West Boca al día siguiente cuando la policía llegó. Le preguntaron si podía ir a la comisaría a hablar. Dijo que sí.

Allí, Hawkins dijo que quería ponérselo fácil, así que sacó de su bolsillo la nota de atraco, una nota que olvidó darle al cajero: “Dame 1.100 dólares. Ahora. Sin alarmas. Espero que me atrapen”.

Hawkins pasó siete días en la cárcel en el condado de Palm Beach antes de ser liberado para arresto domiciliario en una instalación en Delray Beach.

El South Florida Sun Sentinel se sentó con Hawkins en diciembre. Explicó con lágrimas en los ojos que no tenía una explicación clara para su crimen, aparte de que era un grito de ayuda.

La vida de Hawkins dio un vuelco cuando su esposa murió en el otoño de 2017. Salió de su casa de alquiler el año pasado porque los recuerdos eran todavía demasiado. Dejó su decente trabajo como reparador de aire acondicionado y pasó el verano durmiendo en su coche en un Walmart. Luego su coche fue embargado.

Hasta el día de hoy, Hawkins todavía llora hasta quedarse dormido por haber perdido al amor de su vida. Linda Hawkins murió inesperadamente de cáncer de sangre, sólo dos días después de su diagnóstico.

Desde entonces, Sandy Hawkins ha sido diagnosticada con cáncer. Dijo que no lo está tratando y que está listo para morir.

Dijo que casarse con Linda era la mejor decisión que había tomado y que robar el banco era la peor. Ya no quiere hablar de ese día.

“Me molesta demasiado”, dijo el viernes. “Era mi manera de – básicamente – un grito de ayuda.”

El Asistente del Fiscal del Estado Samuel Meshulam le dijo al juez, Jeffrey Gillen, que tomó todos los factores en consideración al elaborar el trato.

Fuente: Sun Sentinel

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