En un estado crucial donde las principales carreras políticas a menudo se deciden por los márgenes más estrechos, los votantes judíos del sur de la Florida se han convertido en un grupo demográfico clave en la batalla por el gobernador de la Florida.
Por Redacción Miam Diario
Una campaña polémica dominada por la política de identidad ha estado salpicada de gritos de antisemitismo, ya que el candidato republicano Ron DeSantis destacó los supuestos vínculos de su oponente, Andrew Gillum, con organizaciones que critican a Israel, el pasado jueves, en medio de una retórica cada vez más rencorosa.
El político republicano informó que los votantes con apellidos judíos recibieron mensajes de texto que repiten comentarios que el compañero de fórmula de Gillum, Chris King, hizo hace 20 años sobre ser “clavado en la cruz” por el consejo editorial mayoritariamente judío del periódico estudiantil de Harvard.
La campaña de Gillum condenó rápidamente los textos como “tácticas difamatorias”. Un portavoz de DeSantis -quien ha tratado las denuncias de racismo y al inicio de la campaña desautorizó los ataques ofensivos burlándose de Gillum por parte de un grupo neonazi- replicó que el candidato demócrata “debería dedicar más tiempo a abordar por qué Chris King lo dijo y menos tiempo sobre cómo los votantes se enteran de ellos”.
Es poco probable que el debate sea el último sobre el tema, porque el voto judío de la Florida, la mayoría ubicado debajo del límite norte del condado de Palm Beach, podría ser crucial para la decisión final sobre quién se convierte en el próximo gobernador del estado.
Los floridanos judíos –estimados en alrededor de 630,000, o 3.4 por ciento de la población del estado– se encuentran entre los bloques de votación más confiables en el estado.
No hay una estimación sólida de los votantes judíos en Florida, pero la cifra sería de alrededor de 470,000, si la comunidad comprende el 3,4 por ciento de la población votante del estado, señala Matthew Isbell, un consultor demócrata.
Es un número sustancial en un estado donde los cambios en el apoyo pueden marcar la diferencia con las carreras más ajustadas. Los votantes judíos históricamente han votado a Demócrata en un 70 por ciento más o menos, pero aumentan ese porcentaje, o lo deprimen, y las matemáticas de las elecciones cambian.
Sabiendo esto, DeSantis ha atacado a Gillum –quien lleva la delantera en las encuestas– toda la semana por su relación con grupos como el Council on American-Isamic Relations y Dream Defenders, que han apoyado un movimiento para castigar financieramente a Israel por su trato a los palestinos. Durante una parada de campaña en Miami, DeSantis no respondió una pregunta sobre si él cree que Gillum es antisemita, sino que se convirtió en una crítica de los Dream Defenders.
Los Defensores de los Sueños “quieren boicotear, desinvertir y sancionar a Israel, lo cual creo que es un movimiento antisemita porque están tomando el único estado judío del mundo, y están aplicando sanciones especiales sobre ellos”, dijo DeSantis, quien asistió a la apertura de la embajada de los Estados Unidos en Israel en mayo. “Eso es inaceptable”.
Ira Sheskin, director del Proyecto de Demografía Judía en la Universidad de Miami, recientemente le dijo al Miami Herald que sus estudios han encontrado que los problemas de Israel suelen clasificarse como uno de los principales problemas para los votantes judíos estadounidenses.
“Hay personas por ahí que cualquier mención de los judíos en una luz negativa va a levantar algunas cejas sobre si quieren votar por alguien así. Eso es particularmente cierto en la población de 75 años y más”, dijo. “Cualquier cosa que suene como antisemitismo de hecho podría costar algunos votos al Partido Demócrata”.
Sin embargo, Sheskin dijo: “No creo que vaya a marcar una gran diferencia”.
Sensible a esto, Gillum ha sido proactivo al explicar que se opone al movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones, y que apoya a la nación de Israel, incluso si se oponía al traslado de la embajada a Jerusalén. Mientras tanto, los partidarios de Gillum en la comunidad judía han criticado a DeSantis por lo que dicen que es una retórica divisiva.
“Es desafortunado que la campaña DeSantis use odio y miedo en un intento de abrir una brecha en la comunidad judía”, dijo Alex Heckler, un cabildero judío que tuvo a Gillum en su casa de Miami Beach recientemente para hablar con los demócratas sobre Israel y otros problemas de campaña
Evan Ross, un consultor político judío y demócrata del área de Miami, agregó que no cree que los comentarios de King, hechos en 1998 cuando se postulaba a la presidencia del consejo estudiantil, perjudiquen la campaña de Gillum. King ha dicho que lamenta los comentarios, que la Asociación de Gobernadores Republicanos destacó tan pronto como Gillum eligió al empresario Winter Park como su compañero de fórmula.
Pero la investigación de Sheskin ha demostrado que, incluso si Israel no es un tema de conducción para la mayoría de los votantes judíos, es más importante entre la minoría de los republicanos judíos registrados. Y dado que los republicanos de Florida han hecho que el tema sea un tema de debate desde finales de agosto, es poco probable que DeSantis disminuya antes de noviembre, y tampoco es probable que Gillum retroceda.
“Ron DeSantis es bueno con Israel”, dijo Ross, “y terrible en casi todo lo demás que les importa a los floridanos”.
Con información de: Tampa Bay Times
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